El canotaje en Colombia, una historia de sacrificios y logros
El canotaje es un deporte acuático que nace en Europa, esta práctica es poco popular en la capital de Colombia, pero cuenta con deportistas destacados en Bogotá, El canotaje en Colombia se organiza en la Federación Colombiana de Canotaje fundada en el año 2000 y está compuesta por las ligas de: Antioquia, Bogotá, Boyacá, Chocó, Córdoba, Cundinamarca, Huila y Santander, a la fecha.
Este deporte se divide en dos modalidades: el kayak se conoce con la letra K y la Canoa que se conoce con la letra C. Cuando se habla en canotaje de C1 o C2 1000m quiere decir que en la canoa esta una sola persona o dos personas compitiendo y que la meta es llegar a los 1000m.
Las competencias de velocidad en el canotaje no son para nada fáciles ya que los competidores deben tener mucha resistencia y equilibrio para poder llevar la canoa con una dirección correcta.
Alejandro Rodríguez Ramírez tiene 23 años es deportista de alto rendimiento de canotaje de velocidad; actualmente, pertenece a la Liga de Canotaje y Remo de Bogotá y selección Colombia, dentro de sus premios más destacado es el ser campeón nacional en la categoría junior durante tres años consecutivos en las distancias de C2 1000m.
La historia de Alejandro en el canotaje
“Fue gracias a mi hermano, él tenía un profesor de canotaje en el colegio que era entrenador, lo llevó a conocer el deporte, a que lo mirara y pues era parte de la nota el estar practicando algún deporte. Antes mi hermano ya competía en categoría juvenil, un día de vacaciones lo acompañe y me gustó seguir como pasatiempo por hacer algo diferente, pero al pasar los años fueron cambiando las cosas respecto al rendimiento deportivo; entonces, gracias a mi hermano nació esa pasión por el deporte. Luego empecé a entrenar con el equipo de Bogotá, posteriormente con la selección nacional y fue creciendo la pasión por el deporte poquito a poco. La verdad no ha sido fácil, pero seguimos trabajando y hasta el momento todo ha salido bien”.
Para Alejandro no fue nada fácil entrar a la liga de Bogotá; ya que él, desde los catorce años, empezó a entrenar, empezó a tomarle amor al deporte, desde ese momento empezaron a cambiar muchas cosas en la vida de él.
La prioridad de Alejandro en ese momento era el deporte y no fue fácil dejar de lado a la familia por dos o cuatro meses, la obligación y el compromiso era estar concentrado en una competencia con muchas más personas, pero sin la familia al lado.
Cuando una persona tiene una meta y un sueño eso va más allá de cualquier cosa, pero para este deportista no todo fue tan fácil ya que el no disfrutó de la etapa de su colegio, en esa época se la pasaba entrenando y en competencias, estoy conllevó que Alejandro fuera a su colegio una vez por semana y así terminó su etapa escolar.
Culminado el colegio Alejandro empezó a estudiar Administración de Empresas en modalidad virtual, ya que el tiempo no le da para estar presencial. Él cuenta que es muy difícil, se pierde de momentos con amigos o salir a una fiesta, pero el sacrificio que se hace traerá recompensas más adelante. Así se lo demostró el tiempo a este deportista, cuando llegó su competencia más importante hasta el momento.
“Eran mis segundos juegos nacionales, los primeros fueron en 2015, fui siendo menor de edad, entonces era un poco más complejo. El año pasado ya fui campeón nacional, iba a disputar cinco pruebas, tenía cinco posibilidades de medalla de oro, tenía mucha presión, mucha gente que esperaba el resultado, todo ese estrés sumaba a que fuera una de las más importantes y una de las más difíciles, pero gracias a Dios se dieron las cosas y le dimos el resultado a Bogotá, eso era lo que esperábamos y lo que trabajamos durante cuatro años”.
Un colombiano gana medallas para España en canotaje
Los logros de Alejandro han ido más allá de lo nacional, en el 2017 su habilidad deportiva se fue al continente europeo. Por medio de un convenio con el club español Fluvial de Lugo, poniéndose la camiseta del equipo de España, logró el campeonato; con su corazón colombiano, pero compitiendo para un equipo extranjero, el triunfo llegó en el campeonato de pista, allí se lograron dos medallas correspondientes a un segundo y a un tercer lugar, pero cerró su actuación en lo más alto de pódium, con una medalla de oro en el descenso del río Sella
Alejandro Rodríguez analiza las fortalezas y debilidades del canotaje en Bogotá
“La fortaleza más grande del canotaje son los equipos tan fuertes que podemos consolidar, el poder competir en el mar con aguas tranquilas, las competencias que podemos realizar; por otro lado, tenemos una debilidad grandísima con respecto a todos los demás departamentos y es el lago donde entrenamos”, afirma Rodríguez.
Lo que él ve como debilidad es que “nosotros estamos en el lago del parque central Simón Bolívar y para nuestro deporte es muy pequeño, es algo fuera de lo común en el mundo del canotaje; por lo general, muchos entrenan en represas donde pueden remar cinco, seis kilómetros en línea recta, nosotros acá para hacer un kilómetro nos toca dar cinco giros, es algo que no es común y es la peor debilidad que tenemos”.
Esta debilidad que evidencia el deportista responde a las condiciones geográficas de Bogotá, un lugar en donde se podría pensar que no prosperaría una disciplina de este tipo, pero frente a este inconveniente, se presenta una fuerza mayor con la que se puede vencer cualquier obstáculo.
“Lo más importante es tener ese orgullo de poder representar a la ciudad y esa satisfacción que le puedes dar a esas personas que te apoyan, a tu familia, amigos a todos los directivos que son muchos entonces, yo creo que los más grande que puedo decir de competir es la satisfacción de darle a esas personas que te apoyan y que están contigo de comienzo a fin”, enfatiza Alejandro con emoción evidente.
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El entrenamiento en cuarentena por la pandemia
La covid-19 generó la para en las actividades deportivas y formas diferentes de entrenamiento, “desde que estamos en cuarentena nos ha tocado cumplir igual con la asistencia ya que estamos en el programa de rendimiento y recibimos un salario por parte del IRD, tenemos que cumplir con los entrenamientos, hemos desarrollado las jornadas vía web, los desarrollamos todos los días a las ocho de la mañana y así tenemos nuestros entrenamientos”, explica Rodríguez.
La historia de Alejandro Rodríguez en el canotaje se puede entender en las palabras del diplomático estadounidense Colín Powell: “Un sueño no se hace realidad mágicamente: se necesita sudar, determinación y trabajo duro”.
Por Alejandra Ballesteros Roncancio