Equipos de Época – La gesta de Rafael Dudamel con Atlético Bucaramanga: la primera estrella del leopardo
En sus 75 años de existencia, desde su fundación en 1949, el Atlético Bucaramanga ha vivido una trayectoria llena de desafíos. Entre esos momentos difíciles, destacan los descensos y el memorable subcampeonato en la campaña de 1997. Sin embargo, todo cambió el 15 de junio de 2024, cuando el equipo leopardo escribió su nombre en la historia al coronarse campeón por primera vez.
El escenario fue el Estadio Nemesio Camacho “El Campín”, un lugar emblemático que vibró con la pasión de los hinchas. Allí, bajo la dirección de Rafael Dudamel, el Atlético Bucaramanga alzó el trofeo que tanto anhelaban. Fue un momento de gloria para el equipo fundador del Fútbol Profesional Colombiano, que hasta entonces la estrella le había sido esquiva.
El nacimiento del club de la capital de Santander
La historia se remonta al 11 de mayo de 1949, cuando un grupo de visionarios y amantes del fútbol se reunieron en el Club del Comercio de Bucaramanga. Entre ellos, Jorge Reyes Puyana, cuya visión trascendió las dificultades de la época. Aunque la formación del equipo comenzó en 1948, la constitución formal se logró en 1949 debido a los costosos trámites notariales de la época.
Durante los primeros años de fundación, el equipo hizo parte del selecto grupo de fundadores del torneo del Fútbol Profesional Colombiano, con equipos como Santa Fe que sería a la postre el primer campeón del certamen y otros como Millonarios, Unión Magdalena y Boca Juniors de Cali.
Con el paso de los años pasaron figuras que inmortalizaron al club como Hermán “Cuca” Aceros, quien jugó con la Selección Colombia e hizo parte de aquel equipo que le empató a la URSS en el mundial de Chile 1962, Miguel Oswaldo González, Jesús “Kiko” Barrios y su gran leyenda, el argentino José Américo Montanini Ruetti, máximo goleador del equipo leopardo y que desde hace unos días quedó inmortalizado al ser el nuevo nombre del estadio departamental donde juega el Atlético Bucaramanga.
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El paso por la B
Los descensos, como sombras en el camino, marcaron la historia del Atlético Bucaramanga. Pero cada vez que caía, se levantaba con más fuerza, alimentando la pasión de sus seguidores y haciendo que nunca perdieran la fe.
En 1994, el Atlético Bucaramanga vivió su primer descenso. Terminó en la última posición de la tabla, y la afición sintió la tristeza de ver a su equipo en la segunda división. Sin embargo, la llama de la esperanza nunca se apagó. En 1995, de la mano del “Kiko” Barrios y Jorge “Coco” Ramoa, jugadores que nunca abandonaron al equipo, el Bucaramanga logró recuperar la categoría y regresó a la Primera A. Fue un renacer para el equipo y sus seguidores.
El ‘Leopardo’ y el equipo vallecaucano finalizaron con la misma cantidad de puntos, pero la diferencia de gol favoreció a Cortuluá (-14 frente a -17). Ni los 20 goles del talentoso argentino Jorge Ramoa ni los 10 de Jesús ‘Kiko’ Barrios pudieron cambiar la suerte de Atlético. Tres goles de diferencia sellaron su destino.
Esa temporada de Atlético se cerró con un registro de 10 victorias, 18 empates y 18 derrotas; 52 goles a favor y 69 en contra. Pero más allá de los números, quedó grabada como la temporada que dejó una profunda tristeza en el corazón de los hinchas del ‘Leopardo’.
Atlético Bucaramanga sufrió su segundo gran golpe el 28 de octubre de 2001, cuando quedó eliminado de la categoría A del fútbol colombiano tras empatar 1-1 con Deportivo Pasto. Dirigido por Darío Vélez, el equipo se adelantó en el marcador con un gol de Felipe Rivas al minuto 35, pero solo seis minutos después, Léiner Orejuela empató para los locales.
Uno de los factores que contribuyeron a este doloroso descenso fue la inestabilidad en la dirección técnica, hecho que se repitió años más tarde. En las últimas dos temporadas, consideradas para el promedio en ese momento, pasaron por el equipo ‘amarillo’ seis técnicos: Édgar Ospina, Carlos Paniagua, Gabriel Jaime Gómez, Jorge Ramoa, Jorge Luis Pinto y Darío Vélez. Ninguno de ellos logró encontrar el equilibrio necesario para llevar a cabo una buena campaña.
Aunque Atlético Bucaramanga terminó con el peor promedio acumulado, su paso por la B duró menos de dos meses. La Asamblea General de Clubes de la Dimayor decidió aumentar el número de equipos en la categoría A de 16 a 18 para el año 2002. Gracias a este cambio, se organizó el llamado “triangular salvador” en Cartagena con Unión Magdalena, Cúcuta Deportivo y Bucaramanga, tres equipos históricos del fútbol colombiano.
Bajo la dirección de Alexis García, Bucaramanga logró su regreso a la A sin marcar un solo gol. Perdió 2-0 con Unión y empató 0-0 con Cúcuta, definiendo el segundo cupo en penales. En esta tanda, el arquero uruguayo Carlos Leonel Rocco se convirtió en el héroe. Detuvo dos disparos del Cúcuta y anotó el cuarto y decisivo penal, devolviendo al Bucaramanga a su hogar en la Primera División.
El 16 de noviembre de 2008 se convirtió en una fecha dolorosa para el Atlético Bucaramanga, marcando su tercer descenso a la Primera B. En el estadio Hernán Ramírez Villegas, frente al Deportivo Pereira, el ‘Leopardo’ luchaba por mantenerse en la categoría, pero cayó 3-0.
La caída del Bucaramanga comenzó con la salida de Eduardo Retat tras perder un clásico contra Cúcuta Deportivo. Víctor Luna tomó el mando, pero no pudo revertir la situación y, finalmente, con Arturo Reyes como técnico, el equipo descendió. La campaña cerró con 4 victorias, 8 empates y 6 derrotas, con un rendimiento del 37%. El equipo anotó solo 13 goles y recibió 23, terminando en el puesto 15 y con el peor promedio acumulado.
Del infierno al “campañón” de Flabio Torres
Después de siete largas temporadas en la B, el Atlético Bucaramanga regresó a la A en 2015, trayendo esperanza y emoción a sus fieles seguidores. En 2016, durante el segundo semestre, el equipo búcaro regaló a sus hinchas una actuación memorable, llevándolos hasta las semifinales y encendiendo de nuevo la pasión de la hinchada santandereana.
Con una base sólida del equipo que logró el ascenso, algunos refuerzos clave y bajo la dirección de Flabio Torres, el Bucaramanga clasificó a las finales ocupando la séptima posición. En los cuartos de final, venció al Deportivo Cali, en las semifinales fue derrotado en la tanda de penaltis contra Tolima, que luego perdió la final ante Santa Fe.
En aquel equipo destacaron jugadores como el arquero Jorge Bava, Diego Peralta, Jair Palacios, Daniel Cataño, Carlos Giraldo, John Pérez, Darío Rodríguez y Mauro Guevgeozián.
La silla del técnico, la papa caliente del club
La posición de entrenador del Atlético Bucaramanga es; sin duda, una de las más inestables de la Liga Betplay, y esta realidad no es para nada alentadora. Los cambios en la dirección técnica ocurren con frecuencia, ya sea porque los recién llegados no encuentran las condiciones adecuadas o porque, cuando los entrenadores finalmente parecen estar encaminados y logran buenas campañas, los directivos optan por relevarlos sin razón aparente.
En los últimos años, solo un entrenador logró completar una temporada desde el inicio hasta el final: Flabio Torres. Desde entonces, han pasado 17 entrenadores en propiedad y 5 interinos.
Entre los entrenadores que pasaron por el equipo están: José Manuel Rodríguez, quien tuvo dos periodos, Flabio Torres, también en dos periodos, Harold Rivera, Fernando ‘Pecoso’ Castro, Jaime de la Pava, Diego Cagna, Carlos Mario Hoyos, Carlos Giraldo, Hernán Torres, Guillermo Sanguinetti, Luis Fernando Suárez, Óscar Upegui, Néstor Craviotto, Armando Osma, Hernán Darío Gómez, Raúl Armando y Alexis Márquez.
En cuanto a los interinos, se figuran Édgar Moreno, Adolfo León Holguín, Óscar Serrano, Sergio Novoa y Jorge Ramoa, leyenda del club, quien fue el último técnico antes de la llegada de Rafael Dudamel.
Rafael Dudamel: El arquitecto de los títulos en menos de seis meses
Rafael Dudamel, un nombre que resuena con fuerza y pasión en el ámbito del fútbol suramericano, ha demostrado ser un arquitecto del éxito y un líder con visión y corazón. Su trayectoria, marcada por momentos históricos y desafíos superados, refleja la determinación y el espíritu de un técnico que ha sabido elevar a sus equipos a lo más alto.
Rafael Edgar Dudamel Ochoa nació el 7 de enero de 1973 en San Felipe, Yaracuy, Venezuela. Durante su carrera como futbolista, se destacó como guardameta, cautivando con su agilidad, reflejos y serenidad bajo los tres palos. Jugó en equipos como el Atlético Huila, Millonarios, Santa Fe, Deportivo Cali, América de Cali, entre otros.
Tras su retiro en 2010 y después de un modesto comienzo como entrenador en varios equipos de Venezuela, el 17 de agosto de 2015, Dudamel fue presentado como entrenador de la selección nacional masculina sub-20 de Venezuela. Este nombramiento fue más que un simple ascenso; fue el comienzo de una etapa que redefiniría el fútbol juvenil venezolano.
Dudamel, quien simultáneamente dirigía al Club Deportivo Lara, asumió con responsabilidad la misión de preparar a la Sub-20 para el Sudamericano de 2017 y, potencialmente, para la Copa Mundial Sub-20 en Corea del Sur. Sus esfuerzos comenzaron en su ciudad natal, San Felipe, Estado Yaracuy, donde se llevaron a cabo los primeros módulos de observación y preselección.
La preparación meticulosa de Dudamel rindió frutos en el Sudamericano Sub-20 de 2017 en Ecuador. Venezuela, con un estilo de juego sólido y una defensa impenetrable, avanzó al hexagonal final. Allí, se destacó por su primera victoria en el torneo contra Ecuador y una contundente victoria 3-0 contra Uruguay. Al final, Venezuela se adjudicó la medalla de bronce y un cupo para la Copa Mundial Sub-20, un logro monumental que posicionó a Dudamel como el primer director técnico venezolano en clasificar a dos selecciones nacionales juveniles a una Copa Mundial.
En la Copa Mundial Sub-20 de Corea del Sur, el equipo de Dudamel brilló intensamente y demostró ímpetu en cada uno de sus partidos. Con victorias sobre Alemania (2-0), Vanuatu (7-0) y México (1-0), Venezuela lideró su grupo con una puntuación perfecta. En las fases eliminatorias, los partidos contra Japón y Estados Unidos se decidieron en tiempo extra, destacando la resiliencia y el espíritu combativo del equipo y la mentalidad de Dudamel. La semifinal contra Uruguay fue un épico enfrentamiento decidido en penales, llevando a Venezuela a su primera final en una Copa Mundial de la FIFA.
Aunque la final contra Inglaterra terminó en derrota (0-1), el subcampeonato fue un hito sin precedentes para el fútbol venezolano y un testimonio del liderazgo de Dudamel.
El 1 de abril de 2016, Dudamel asumió el cargo de director técnico de la selección absoluta de Venezuela. En la Copa América Centenario de 2016 y la Copa América de 2019, llevó al equipo a los cuartos de final, consolidando su reputación como un estratega capaz de competir en los niveles más altos. Sin embargo, diferencias personales y políticas con la directiva de la Federación Venezolana de Fútbol lo llevaron a renunciar a principios de 2020.
En el Deportivo Cali, su impacto fue inmediato y profundo. Asumiendo el cargo el 7 de septiembre de 2021, Dudamel orientó al equipo a la conquista de su décima estrella en la Liga BetPlay 2021-II. Bajo su dirección, el Cali obtuvo 18 triunfos, 8 empates y solo 3 derrotas, con 48 goles a favor y 21 en contra. Harold Preciado, con 13 tantos, se coronó goleador del torneo, reflejando la capacidad de Dudamel para maximizar el potencial de sus jugadores en solo seis meses.
El 2 de diciembre de 2023, y tras la salida de Jorge Ramoa, Dudamel fue confirmado como entrenador del Atlético Bucaramanga. “El Profe” no es solo un entrenador; es un mentor, un estratega y un símbolo de esperanza y éxito, como lo confirmó el presidente del club, Jaime Elías Quintero, en una reciente entrevista. Su carrera, llena de desafíos y triunfos, refleja su inquebrantable compromiso con el fútbol y su capacidad para inspirar y guiar a sus equipos hacia la grandeza.
Con una nómina modesta y jugadores que habían sido rechazados por otros equipos, como Fabian Sambueza, Fabry Castro, Aldair Gutiérrez y Fredy Hinestroza, Dudamel comenzó a construir un equipo compacto y consolidado, obteniendo resultados positivos rápidamente. Su capacidad para convertir a jugadores rezagados en campeones subraya su habilidad única para ver el potencial y desarrollar el talento.
Menos de un año después, el 15 de junio de 2024, hizo historia al llevar al Bucaramanga a su primer título de la primera del Fútbol Profesional Colombiano. En el Estadio Nemesio Camacho El Campín, Bucaramanga alcanzó la gloria después de 75 años de espera, un logro que subraya la habilidad de Dudamel para transformar equipos y cumplir sueños aparentemente inalcanzables.
La historia de Rafael Dudamel es la de un hombre que, con pasión y determinación, ha logrado transformar el panorama del fútbol en cada equipo que ha dirigido. Su legado es un faro de esperanza y éxito para futuras generaciones, demostrando que, con visión, trabajo duro y corazón, se pueden alcanzar los sueños más ambiciosos.
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El camino a la gloria
Al comenzar la Liga BetPlay 2024-1, Atlético Bucaramanga tuvo un inicio difícil, con una derrota por 2-0 frente a Junior en el Metropolitano Roberto Meléndez y un empate sin goles contra Millonarios como local. Sin embargo, el equipo pronto empezó a mostrar signos de mejoría y, bajo la dirección de Rafael Dudamel, encontró su ritmo y estilo de juego. Esta transformación permitió al Bucaramanga ingresar al grupo de los 8, llenando de esperanza y emoción los corazones de sus fieles hinchas.
Desde la novena fecha, tras una victoria crucial por la mínima diferencia contra Águilas, el equipo se consolidó entre los clasificados, asegurando un cupo en los cuadrangulares de mitad de año. Con 11 victorias, 5 empates y solo 3 derrotas en 19 encuentros, el Bucaramanga cerró la fase de todos contra todos con un balance impresionante, igualando en puntos con Deportes Tolima, pero superándolo por diferencia de gol.
Durante el torneo, el Bucaramanga demostró ser un equipo sólido y eficiente, terminando en la primera casilla del todos contra todos con 38 puntos. Sus actuaciones destacadas incluyeron victorias importantes como la obtenida ante Santa Fe en la cuarta fecha y una goleada 4-0 contra La Equidad en casa.
El camino hacia la gloria no fue fácil, pero estuvo lleno de momentos memorables que quedarán grabados en la memoria de los hinchas. Tras un inicio complicado con derrotas y empates, el equipo se fue fortaleciendo jornada tras jornada, creando una conexión especial entre los jugadores y la afición:
- Junior 2-0 Bucaramanga
- Bucaramanga 0-0 Millonarios
- Jaguares 0-1 Bucaramanga
- Santa Fe 0-1 Bucaramanga
- Bucaramanga 1-1 Once Caldas
- Bucaramanga 0-0 América
- Bucaramanga 1-0 Pasto
- Tolima 0-0 Bucaramanga
- Bucaramanga 3-0 Patriotas
- Nacional 0-0 Bucaramanga
- Bucaramanga 4-0 La Equidad
- Bucaramanga 3-1 Envigado
- Bucaramanga 1-0 Águilas
- Pereira 1-2 Bucaramanga
- Bucaramanga 2-1 Cali
- Medellín 1-0 Bucaramanga
- Bucaramanga 2-3 Boyacá Chicó
- Fortaleza 0-2 Bucaramanga
- Bucaramanga 1-0 Alianza
En los cuadrangulares, el leopardo de Bucaramanga obtuvo los mismos puntos de sus rivales. Los cuatro equipos del grupo A lograron 8 puntos, los goles tampoco marcaron la superioridad, estaba empatado a uno con Millonarios y lo que le dio el paso a la final fue el “punto invisible” que le otorgó su campaña del todos contra todos, una actuación que despertaba dudas al solo conseguir dos victorias en seis partidos.
- Pereira 1-0 Bucaramanga
- Bucaramanga 0-0 Junior
- Millonarios 0-1 Bucaramanga
- Bucaramanga 0-0 Millonarios
- Junior 1-0 Bucaramanga
- Bucaramanga 3-1 Pereira
Pero, el equipo de Santander llegó a la final para conseguir la estrella y este logro no solo llenó de orgullo a la afición santandereana, sino que también marcó el inicio de una nueva era para el Atlético Bucaramanga, consolidando su lugar entre los grandes del fútbol colombiano.
La primera estrella no solo fue un triunfo deportivo, sino una muestra de lo que se puede lograr con pasión, trabajo en equipo y el apoyo incondicional de una hinchada que nunca dejó de creer. Esta victoria será recordada por siempre, como un momento en que los sueños se hicieron realidad y el Bucaramanga brilló con luz propia en el firmamento del fútbol colombiano.
La primera estrella del leopardo
Atlético Bucaramanga vivió una final épica frente a Independiente Santa Fe. En el partido de ida, el equipo santandereano llegaba con la confianza de haber derrotado a Santa Fe en la fase de grupos, y se impuso con un solitario gol de Fredy Hinestroza, quien capitalizó un brillante pase de Fabry Castro para anotar el 1-0 en el estadio Américo José Montanini Ruetti, marcando así un paso firme hacia el título.
Sin embargo, la vuelta en El Campín presentó un desafío mayor bajo una intensa lluvia que convirtió el terreno en un verdadero reto para ambos equipos. Santa Fe encontró el gol temprano, complicando la situación con un tanto de Hugo Rodallega al minuto 9, tras errores defensivos propiciados por las condiciones del campo.
Con el global empatado 1-1, Bucaramanga respondió con determinación y logró ponerse nuevamente en ventaja global gracias a una jugada magistral de Daniel Mosquera, quien recuperó el balón en medio campo y habilitó a Fabián Sambueza para asistir a John Emerson Córdoba, autor del segundo gol.
El equipo continuó su demostración de carácter en el segundo tiempo, donde en el minuto 48, Daniel Mosquera se convirtió en el héroe al rematar un balón suelto tras un tiro de esquina de Sambueza, ampliando la ventaja a 1-3 en el global. Sin embargo, Santa Fe no se dio por vencido y en cuatro minutos, logró igualar el marcador con goles de Julián Millán y Agustín Rodríguez (de penal), forzando la definición del campeonato desde los tiros desde el punto penal.
En una definición por penales, el arquero Aldair Quintana se erigió como figura al detener los disparos de Agustín Rodríguez y Juan Pablo Zuluaga. Finalmente, tras 75 años de espera, tres descensos y un subcampeonato en 1997 frente al América de Cali, Atlético Bucaramanga se consagró campeón de la Liga BetPlay 2024-I. La ciudad entera se llenó de orgullo y alegría mientras el equipo dirigido por Rafael Dudamel daba la vuelta olímpica en Bogotá, celebrando su histórico logro.
Esta campaña culminó con broche de oro para el Bucaramanga, dirigido por Rafael Dudamel, quien llevó al equipo a alcanzar su primera estrella en una emocionante final decidida en la tanda de penales, con un resultado de 6-5 sobre Independiente Santa Fe. A pesar de la derrota por 3-2 en El Campín, los cobros desde los once metros les aseguraron el título tan ansiado, cumpliendo así la profética frase de José Ordoñez: “Este año sí vamos rumbo a la Libertadores”, tras asegurar su clasificación a la Copa Libertadores 2025.