Nacho del viento, Surfista de grandes olas
José Ignacio Tapias Mendoza, más conocido como Nacho del viento, odiaba las matemáticas, así que empezó a evitarlas. Cuando los números asomaban en el horario, se volaba de Playas del Viento, la escuela donde estaba matriculado, sin pensarlo dos veces se iba por la playa de Pompeya, en uno de sus recorridos encontró algo que lo llevó a ver el mar de manera diferente.
Antes de iniciar una de las clases de matemáticas de las dos que tenía Nacho a la semana, se dio a la huida, durante su camino acostumbrado, en un caño cercano, se encontró de frente con la puerta de una nevera que de inmediato le abrió su visión a nuevo mundo.
Tenía apenas diez años cuando encontró lo que para otros era basura, en 2011, acababa de llegar de Montería donde había nacido y ahora intentaba acostumbrarse a este pueblo costero donde hacía mucho calor, San Bernardo del Viento, en donde comenzó a incursionar en el surf.
Fue amor a primera vista. Las olas se enamoraron de Nacho y Nacho de ellas. “Sentir que la ola te llevaba es una sensación indescriptible, la verdad duré mucho tiempo con la puerta de nevera, como un año o un poco más, hasta que un día mi abuela vio que yo iba para la playa, me la quitó y me la quemó porque ya yo no me quería despegar de la puerta”, recuerda Nacho que hoy se dedica a enseñar de forma profesional lo que él aprendió de manera autodidacta.
Sus primeros pinitos los hizo en un club llamado Sinumar que era de unos amigos en San Bernardo del Viento, pero un día sin justificación alguna le anunciaron que no sería convocado para un torneo en Australia. No soportó esta decepción y decidió retirarse de este club sin dejar a un lado su pasión.
Ante lo sucedido apostó por el “Club de Surf del Viento” en San Bernardo del Viento, donde pudo demostrar sus habilidades; “decidí escribirle a unos compañeros que tampoco fueron a Australia para invitarlos a pertenecer a mi club, luego creamos la Liga de Surf de Córdoba para competir en los Juegos de Mar y Playa” y ya todo fue tomando forma.
A sus 21 años José Ignacio Tapias Mendoza, Nacho del Viento, ya es un deportista cordobés de alto rendimiento en el surf, ha participado en las competencias de válidas (donde puede competir todo el equipo), circuitos y por último las de Mar y Playa.
La primera válida fue en Cartagena donde quedó tercero, en 2017. Al año siguiente volvió a competir y mejoró sus resultados, quedando esta vez en segundo lugar.
Por ahora está dedicado de tiempo completo a su escuela de habilidades en las hermosas playas de San Bernardo. “Se llama Caribe Surf School y nuestro objetivo es posicionarnos como la escuela más conocida en el Caribe para clases de surf, enfocado en los turistas, sin importar la edad, que lo quieren hacer por diversión”, afirma Nacho del Viento.
Aunque aprendió a surfear en las olas del Caribe, este deporte extremo se originó hace más de tres mil años en las lejanas islas de la Polinesia Occidental, en el Océano Pacífico, cuando los pescadores de la región implementaron este sistema para regresar más rápido y más seguro a la orilla después de un largo día de trabajo. Eventualmente, con el paso del tiempo esta actividad se convirtió en un pasa tiempo, para darle nacimiento al surf.
Al llegar los polinesios a Hawaii introducen el deporte, y tras cientos de años surfeando las olas, aparece la técnica hawaiana del deporte, el surf solamente lo podían practicar personas de clase alta. Era exclusivo para hombres entre los 20 y 30 años, ellos basaban su reputación en la habilidad de surfear las olas. Elaboraron sus propios rezos, shapers (diseñadores de tablas) y playas en las que únicamente personas exclusivas podían surfear.
Nacho no para de soñar. Su nuevo objetivo es representar a Colombia en los Juegos Panamericanos en el Perú. Igualmente afirma: “Quiero competir en la WSL (World Surf League), la Liga Mundial de Surf, que es donde compiten los mejores del mundo, en donde están las leyendas del surf”.
La actividad deportiva de Nacho del Viento se ha visto apoyada por dos entidades: la Gobernación e Indeportes, el confía que para sus nuevos objetivos pueda seguir contando con su patrocinio.
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La competencia del surf
Los participantes disponen de 20 minutos para demostrar sus habilidades con las olas. Los jueces y el director de la competencia evalúan a los surfistas en sus tres o cuatro mejores olas. Los puntúan según la dificultad de la ola elegidas, la postura de los participantes, la calidad y la agilidad en los movimientos y la cantidad de tiempo que permanecen sobre la tabla.
Implementos para practicar el surf
Botas: Los surfistas llevan botas de neopreno, una goma sintética flexible, que les protegen los pies del frío del agua y evitan que se corten con las rocas o el coral.
Correa: necesitan llevar la correa de la tabla donde se sujeta al tobillo del surfista, así no pierden la tabla cuando caen al agua.
Tabla: Las tablas modernas tienen perfil de pez y su fabricación es de poliuretano modelado a mano y envuelto en fibra de vidrio. Miden entre 2 y 2,3 metros y casi todas llevan tres aletas para mejorar la estabilidad.
Clases de tablas:
- Bodyboard
- Shortboard
- Longboard