El fútbol femenino, una revolución con la que Colombia tiene una deuda
En 2023, España se consagró como campeona del mundial de fútbol femenino, hecho que vivió por primera vez en su historia, al vencer a Inglaterra con un gol de Olga Carmona en el minuto 73. Esta victoria no solo coronó a las españolas como las mejores del mundo, sino que también inyectó una nueva energía al panorama del fútbol femenino en el país, que atraviesa una revolución que ha convertido a esta liga en una vitrina para las futbolistas.
Un ejemplo de cómo ha evolucionado el fútbol español son los últimos balones de oro, entregados a jugadoras del FC Barcelona femenino, siendo Anita Bonmatí la más reciente ganadora del galardón. España ha revolucionado el deporte con la Liga F, la cual cuenta con el apoyo de la empresa privada, del gobierno y los espectadores que han visto en esta liga una nueva etapa para el crecimiento del fútbol femenino. Las mejores jugadoras del mundo están en esta liga y es, sin duda, una de las de mayor espectáculo deportivo.
Brasil al mando de la Copa Libertadores y la Copa América Femenina
Brasil, por su parte, continúa liderando el camino en Sudamérica. La victoria en la Copa América Femenina 2023, con un ajustado 1-0 sobre Colombia en la final, consolidó a Brasil como el país más exitoso en esta competencia. A pesar de los logros, el fútbol femenino en Brasil aún se mantiene mayoritariamente en la esfera amateur. Sin embargo, el anuncio del presidente Lula da Silva de aumentar la inversión en este deporte tras la eliminación del Mundial 2023 es un indicio de un posible cambio de rumbo.
La Copa Libertadores Femenina 2023 vio a Corinthians coronarse como campeón al vencer a Palmeiras por 1-0 en la final. Este triunfo representó el cuarto título continental para el equipo paulista, consolidándolos como los máximos ganadores de este torneo. Sin embargo, al igual que en otros países, el fútbol femenino en Brasil enfrenta desafíos en su camino hacia la profesionalización y la equidad salarial, pues las diferencias entre jugadoras son abismales con sueldos que alcanzan a llegar a los 73.000 reales (cerca de 60 millones de pesos colombianos).
Brasil, siendo un país con un poderío futbolístico, ha entendido que la inversión es necesaria y, en el año 2021, logró un acuerdo por más de 50 millones de dólares para reforzar la liga femenina por medio de Neoenergía, empresa que creyó en el fútbol y le apostó a la inversión a pesar de la pandemia que vivía el mundo en ese tiempo.
Otros casos de patrocinios importantes en la liga femenina de Brasil han sido grandes compañías como Nike, Guaraná, Vivo e Itaú, que siguen apostándole al crecimiento del torneo femenino, logrando grandes resultados como en la Libertadores Femenina y la Copa América 2023. No en vano, Brasil es el país con más títulos de Copa Libertadores Femenina a lo largo de los años.
Colombia, muchas figuras y glorias sin apoyo
En Colombia, la Liga Profesional Femenina, establecida en 2017 y organizada por la División Mayor del Fútbol Colombiano (DIMAYOR), representa un hito en el camino hacia la profesionalización de las futbolistas. Sin embargo, el apoyo de la empresa privada ha sido insuficiente, poniendo en evidencia la necesidad de una mayor inversión para fortalecer la liga y proporcionar condiciones laborales dignas para las jugadoras.
Colombia ha logrado desde la creación de la liga femenina, un título de Copa Libertadores con Atlético Huila en 2018, destacadas actuaciones con equipos como Santa Fe y más recientemente la tercera posición de Atlético Nacional. No se puede olvidar que Colombia fue subcampeona en el Suramericano Sub-20 femenino, subcampeona en la Copa América femenina y llegó a cuartos de final en los mundiales sub-20 y de mayores, escribiendo la historia del fútbol femenino en el país cafetero.
Los logros que se han alcanzado han sido en los pies de mujeres de mujeres procedentes de diversas regiones del país, cada una de ellas con experiencias distintas, propias de su lugar de origen en Colomba, que no siempre corresponden a las mejores condiciones.
Como bien lo establece la publicación hecha por la Unidad de Investigación Periodística del Politécnico Grancolombiano, muchas son las problemáticas que se viven en los municipios o ciudades en donde nacieron las mujeres que hoy hacen vibrar a una nación con su talento con el balón. Mujeres que en su país no encuentran una liga con el apoyo y el desarrollo necesario para tener un nivel competitivo frente al futbol internacional.
¿Qué ha pasado con la liga femenina en Colombia?
A pesar de los avances, es evidente que el apoyo de la empresa privada en Colombia es una deuda que se niega a ser saldada. Mientras que en otros países se vislumbran esfuerzos y planes concretos para fortalecer esta disciplina, en Colombia se requiere una mayor inversión y compromiso para llevar el fútbol femenino al siguiente nivel y brindar a las jugadoras las condiciones que merecen.
Por ejemplo, el fútbol femenino ha demostrado ser rentable en otros países, como Estados Unidos, donde la selección femenina genera más ingresos que la masculina.
Colombia ha buscado la respuesta del por qué no se ha fomentado una liga femenina seria, y ha encontrado respuestas como la de Gabriel Camargo, directivo del Deportes Tolima, que aseguró que el fútbol femenino no era rentable y acotó una frase para el olvido.
En la búsqueda de estas respuestas, Yoreli Rincón, figura indiscutible de la Selección Colombia, fue vetada de la Selección Colombia por una serie de declaraciones sobre las deficiencias del fútbol femenino, lo cual evidencia una intolerable persecución contra quien se atreva a cuestionar las decisiones de la dirigencia de la Federación Colombiana de Fútbol.
Primero 8.000 y ahora 22.000
Tras los logros de las jugadoras colombianas, el gobierno de Gustavo Petro buscó inyectar la inversión necesaria para que la liga fuera competitiva.
En años anteriores, Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, aseguraba que para que se hiciera un campeonato serio, este necesitaría cerca de 8.000 millones de pesos para su funcionamiento. El gobierno del presidente Petro afirmó que daría esos 8.000 millones, pero luego Jesurún se retractó, mencionando que la inversión del Gobierno Nacional era buena pero que este dinero sería insuficiente pues se necesitarían más de 22.000 millones de pesos para que la liga funcionara.
¿Qué hay detrás del no recibir esta inversión? ¿Por qué la liga es tan corta comparada con otros países? Son preguntas que se hacen futbolistas, ciudadanos y los mismos funcionarios del gobierno que decidieron poner el ojo en el fútbol femenino.
En cuanto a los salarios, un informe de la FIFPro publicado en 2017 reveló una realidad desafiante para las futbolistas en Sudamérica. El salario promedio mensual se sitúa en torno a los 340 dólares, muy por debajo del salario mínimo legal en muchos países de la región. Además, solo un porcentaje reducido de jugadoras cuenta con contratos escritos y beneficios sociales, como seguro médico o pensión.
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El fútbol femenino sigue creciendo y dando glorias a los países en el mundo, pero se sigue sin divisar un panorama favorable para un deporte que está en pleno auge. A pesar de los logros y el reconocimiento que han obtenido las jugadoras, el fútbol femenino aún enfrenta desigualdades en cuanto a salarios, condiciones laborales, apoyo mediático y patrocinio.