Tchoukball, el deporte de la paz

Tchoukball

El tchoukball, desde sus raíces, es el deporte de la paz por excelencia, así fue catalogado en el 2001 por la UNESCO, puesto que fue creado bajo el ideal de desarrollar un juego en equipo en el que a través de la inexistencia del contacto físico se redujera la posibilidad de lesión de los participantes al mínimo, garantizando la diversión, la armonía y la inclusión.

La historia del tchoukball

Su historia se remonta al inicio de la década de 1970 en Suiza, con el biólogo especializado en medicina deportiva Hermann Brandt, que expuso en un artículo titulado “Una crítica científica de los juegos en equipo” sus preocupaciones al respecto de la gran cantidad de lesiones que se generaban a causa de la agresividad en el contacto físico de las prácticas deportivas tradicionales.

A partir de ese momento, el doctor Brandt se trazó la meta de inventar el juego de equipo perfecto, el cual no implicara el riesgo de que los deportistas se expusieran a daños físicos graves, eliminando la necesidad de que colisionen entre sí para conseguir su objetivo, pero sin dejar de lado el entretenimiento para los espectadores y la diversión para los jugadores.

De esta forma dio con el tchoukball, una alternativa que, si bien es novedosa, reúne características de cuatro deportes: baloncesto, voleibol, squash y balonmano; a la que llegó tras una incisiva investigación de los elementos que podían converger en una práctica original y atractiva, que fuera de acuerdo con su premisa célebre: «El objetivo de las actividades físicas humanas no es hacer campeones, sino contribuir a la construcción de una sociedad armoniosa».

La explicación de su peculiar nombre recae en el sonido que la pelota hace cuando rebota en uno de los marcos: “chuk”, justificación que el biólogo consideró podía ser aceptada globalmente.

Tchoukball, el deporte de la paz

Hermann Brandt falleció en noviembre de 1972, pero en su propuesta dejó un legado que a partir de entonces se expandiría paulatinamente a lo largo de todo el planeta de la mano de la Federación Internacional de Tchoukball (FITB), fundada el 5 de junio de 1971, que se encargaría de trasladar el deporte a diferentes naciones.

Taiwán en la década de 1980, fue de los primeros países en embarcarse por completo en la aventura del tchoukball, en parte mayoritaria gracias a una inversión sustancial que permitió la formación de más de 200 equipos que lo llevaran a cabo competitivamente y la organización del primer campeonato mundial en su territorio en 1984.

Por otro lado, Suiza y Gran Bretaña, miembros fundadores de la FITB, durante esta época consolidaron el proyecto en Europa, encargándose de desarrollar el mundial en 1987 y 1990 respectivamente.

No obstante, hasta agosto del 2000, en conmemoración de los 30 años de la ideación de Hermann, se reanudó la celebración del torneo en Ginebra, luego del intento fallido en Japón años antes, que significó un ligero retroceso en el crecimiento del tchoukball en los 90.

Aquel campeonato representó una experiencia muy grata dado que contribuyó a que la competencia se retomara en Asia y Europa; sin embargo, el hecho más satisfactorio fue que el deporte, con notoria influencia de la difusión alcanzada por Internet, logró alcanzar nuevos horizontes en América, Oceanía y África, continentes que, poco a poco, se fueron involucrando en las competiciones internacionales que se acordaron con más constancia a nivel regional y global.

Actualmente, la Federación tiene contacto con cerca de cien países, de los cuales cincuenta son miembros oficiales; el resto se encuentran todavía en el proceso de establecimiento regular del juego, con la mira puesta en poder hacer parte formal de la organización en un plazo corto.

¿Cómo se juega el tchoukball?

El juego consta de dos equipos, cada uno conformado por siete jugadores que, normalmente se distribuyen equitativamente en los dos extremos de una cancha de una dimensión estimada de 15 metros de ancho por 30 de largo, en los cuales intentan hacer rebotar una pelota esférica en un marco de un metro cuadrado de material elástico tenso, similar a un trampolín, que se ubica recostado con un ángulo de 55° sobre la mitad de ambas zonas de finalización. También es habitual que algunos jugadores se sitúen entremedio del terreno para facilitar el paso del balón de un área a otra.

Se desarrollan tres tiempos de 15 minutos cada uno y gana el equipo que haya logrado conseguir más puntos, los que se obtienen cuando el balón, después de impactar en el tablero, pica en el campo por fuera de una demarcación que se forma tres metros a la redonda del centro de rebote.

cancha Tchoukball

En el tchoukball no existen posiciones predeterminadas y es tan importante atacar como defender, teniendo en cuenta que los equipos pueden puntuar en ambos marcos, lo que genera que los roles se intercambien rápidamente, pues prima la intensidad y la táctica en cada situación del compromiso, que exige de sus jugadores una concentración constante para predecir los movimientos de sus contrincantes y responder de manera efectiva en equipo, por encima de las habilidades plenamente individuales.

Asimismo, el juego limpio cumple un papel clave para entender el deporte, pues se obliga a respetar la posesión de los rivales, de tal forma que se prohíbe hacer contacto físico con ellos o recuperar el balón cuando este es manejado bajo el cumplimiento de unas reglas que aseguran la repartición de oportunidades para conseguir el objetivo.

A partir de lo anterior, se garantiza la participación de todos los jugadores y favorece el acercamiento de personas interesadas en ejercitarse y competir que manifiesten rechazo a la agresividad presente en otras disciplinas, de modo que para su práctica sólo se necesita de una pelota y dos estructuras elásticas que se pueden ubicar en espacios cerrados o al aire libre sobre diferentes superficies como salón, césped o cemento.

El reglamento

Las reglas de este deporte son determinadas por la Federación Internacional de Tchoukball, y entre ellas se destacan las siguientes para entender el desarrollo de los juegos, tanto convencionales como oficiales:

  • Las infracciones giran en torno al número tres: un jugador con la pelota en su poder comete falta cuando la tiene por más de tres segundos, realiza más de tres toques con el pie en el suelo o realiza el tercer pase consecutivo de su equipo. Además, las dos escuadras en conjunto sólo pueden realizar tres lanzamientos consecutivos a una misma superficie de rebote.
  • También se determina falta a las situaciones en las que la pelota cae al suelo durante la posesión de un equipo o un jugador entra en contacto con ella pisando por fuera del campo de juego o en el área delimitada.
  • Las faltas son penalizadas con una interrupción a favor del oponente, que se efectúa en el sitio donde ha sido cometida. La reanudación la hace un jugador contrincante tras haber tocado el suelo con el balón en sus dos manos y no podrá realizar directamente un lanzamiento.
  • Un equipo no sólo obtiene un punto después de que la pelota impacte en la superficie de rebote y pique en el campo de juego fuera del área delimitada, también lo conseguirá si el defensor no logra atraparla y cae, si le golpea por debajo de la rodilla o si ocupa un espacio prohibido al recuperarla.
  • Sin embargo, pueden recibir un punto en contra si al lanzar la pelota, pica en el área, fuera del campo o golpea al mismo lanzador, o si incluso no da siquiera con el marco.

Las categorías

A partir del año 2000, se establecieron torneos oficiales con mayor frecuencia, en los que se abarcan categorías masculina y femenina, que a su vez se dividen en:

  • Junior: Sub – 12, Sub – 15 y Sub – 18
  • Mayores: Nivel principal constituido generalmente por jugadores entre 18 y 40 años
  • Máster: Mayores de 40 años

Lo anterior favoreció la inmersión de las naciones latinoamericanas en el deporte, tales como Brasil, Uruguay, Argentina o Colombia que, por sus buenas participaciones en los últimos años en las competencias internacionales respectivas, se ubican en las primeras posiciones de las recientes clasificaciones de hombres y mujeres publicados por la FITB:

Ranking de naciones de la FITB: Categoría Masculina

Fecha de publicación: 31 de diciembre de 2021

PosiciónPaísPuntos
1.Taiwán303.10
2.Italia232.75
3.Singapur197.18
4.Macao185.30
5.Suiza123.45
9.Brazil74.90
13.Uruguay53.05
17.Colombia30.00
18.Argentina25.00

Ranking de naciones de la FITB: Categoría Femenina

Fecha de publicación: 31 de diciembre de 2021

PosiciónPaísPuntos
1.Taiwán299.90
2.Singapur235.95
3.Italia224.55
4.Suiza164.13
5.Hong Kong146.78
7.Uruguay132.95
9.Brasil97.68
10.Argentina72.13
12.Colombia25.00

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El tchoukball en Colombia

El tchoukball llegó a Colombia en el 2010 de la mano de Julio Calegari, el director de promoción internacional de la FITB, quien realizó una serie de visitas a la ciudad de Cali con el objetivo de introducir el deporte en el país, en dichas visitas dirigía unos cursos y capacitaciones destinados a diferentes profesores de educación física que se encargaron de fomentar su práctica a partir de entonces.

Entre ellos se encontraba el profesor Francisco Javier Rodríguez, actual presidente y entrenador de la Asociación Colombiana de Tchoukball, quien explica que la instauración formal del deporte a través de la creación de tal entidad encargada de su desarrollo se efectuó en el 2013.

Colombia Tchoukball

Para agosto de 2010 ya se había conformado el equipo de Tchoukball Colombia, con la mira puesta en participar en el campeonato Panamericano de Uruguay 2012, en el cual hubo representación nacional en las categorías mayores femenino, masculino y sub – 18 mixta, destacándose las dos últimas que finalizaron en la segunda y tercera posición respectivamente.

Dos años más tarde, la cita se repetiría en el país cafetero, en el municipio de Chía, Cundinamarca, allí Colombia sumó las categorías sub – 12 y sub – 15, gracias al tiempo de preparación entre torneos, en el que la práctica del Tchoukball logró promoverse en las ciudades de Cali, Armenia y Bogotá, teniendo lugar en la capital en el ámbito formativo, tanto en colegios como en universidades, y competitivo, dado el origen de algunos clubes independientes que comenzaron a entrenar con constancia en diferentes parques, en los que usualmente también se medían entre ellos.

En aquel Panamericano de 2014, Colombia no defraudó con su localía y consiguió el título en las divisiones mayores femenino y sub – 15, siendo un campeonato que representó una grata experiencia en el suelo patrio como confirma el profesor Francisco Rodríguez.

Posteriormente, la delegación tricolor aseguró sus presentaciones en los Panamericanos desarrollados en México 2016 y Argentina 2018, que han contribuido a que el nivel de juego dentro del continente sea cada vez mayor y más naciones se sumen a la competencia como es el caso de Paraguay o Costa Rica.

Juego Tchoukball Colombia

De tal forma, Brasil se encontraba lista para recibir el multitudinario evento a mediados del 2020, pero por motivo de la situación epidemiológica originada por la Covid – 19, ha sido aplazado en dos ocasiones hasta su programación en el año presente, entre los días 12 y 17 de julio con sede en São Paulo.

Acerca de mantenerse activo durante la interrupción de las justas deportivas, el jugador de la selección colombiana Esteven Bonilla resalta la importancia de la disciplina y la motivación para continuar ejercitándose por su cuenta mientras paulatinamente se reorganizaban los preparativos en el campo de juego.

En este momento, el equipo está focalizado en el V Panamericano de 2022, tras la larga espera que precede su disputa. El objetivo es claro y Esteven Bonilla no duda en recordárselo a sus compañeros: “A Brasil no vamos a ir de paseo, vamos a ganar”.

Familia Tchoukball

Y aunque el deseo de dejar el nombre del país en lo más alto nuevamente en las diferentes categorías es latente, también es una oportunidad para aprender de sus contrincantes, sobre sus tácticas y estrategias, como expresa la seleccionada Nicol Devia que, así como Esteven, lleva más de seis años practicando el tchoukball, que le han permitido acumular experiencias de juego y de vida muy enriquecedoras para ella, que asegura no arrepentirse al haberse incursionado en el deporte de la paz.

Por último, ellos invitan al acercamiento a este deporte y a que sigamos su recorrido en la página oficial de Facebook de la Asociación de Tchoukball Colombia, en la que informan la actualidad del equipo y sus diversas presentaciones, como la próxima en São Paulo, que esperan les permita acercarse al campeonato mundial de la FITB estipulado en 2023, al que pueden ser invitados si alcanzan el podio en el Panamericano.

Por: Zamoel Guzmán