Equipos de época – Del estadio al cielo, Chapecoense 2016

Chapecoense 2016

Hoy en equipos de época, la escuadra brasilera que tocó el cielo con las manos, Chapecoense 2016.

A finales del año 2016, Chapecó, ciudad en el estado de Santa Catarina, sur de Brasil, atravesaba uno de sus mejores momentos deportivos; el equipo de fútbol representativo de aquella región estaba haciendo historia a pesar de ser una de las escuadras del Brasileirão (primera división de Brasil) con menor renombre.

Chapecoense, o “El huracán del oeste” como le apodan, estaba gozando de sus primeros años en la Serie A de Brasil, pues desde su fundación en 1973 estuvo deambulando en las divisiones inferiores y fue hasta 2014 que ascendieron a la máxima instancia de la liga brasileña. Eso sí, dos años después ya eran conocidos en todo el continente. Posteriormente el modesto equipo sería conocido en todo el mundo, pero, no precisamente por la hazaña que estaba a punto de gestar.

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Un grande entre grandes

Copa Sudamericana 2016

La escuadra de Chapecó, buscaba hacer una campaña destacada y para eso las directivas contrataron a Caio Júnior, un director técnico con gran trayectoria en Brasil y que esperaba guiar al Chapecoense a la cima del continente.

Poco a poco Caio comenzó a crear un ambiente familiar en el equipo y tras eliminar al Cuiabá en la fase previa de la Copa, empezaba a llenar de ilusión a todo el pueblo de Chapecó.

Comenzaba la fase de eliminación y la escuadra brasileña tendría un reto bastante difícil por delante, pues se tendría que medir al gigante argentino Independiente. La ida en el estadio Libertadores de América fue bastante pareja y la escuadra de Caio logró sacar un importantísimo empate a ceros de visitante.

Los hinchas presentes en el Arena Condá de Chapecó, tampoco pudieron gritar un gol durante los 90 minutos del partido de vuelta, pues ambos guardametas, Campaña para Independiente y Danilo para Chapecoense, se mostraron como figuras y con el global igualado, la llave tendría su definición desde los 12 pasos.

Danilo, se empezaba a convertir en la gran figura del equipo y tras atajar cuatro penales en la tanda, le daba al Chapecoense el pase a la siguiente instancia.

El ‘Chapé’ (apodo del equipo) viajaba a Barranquilla para disputar los cuartos de final contra el Junior y los colombianos harían notar su localía. A los 37 de la primera parte, Escalante adelantaba a la escuadra rojiblanca.

Los barranquilleros tuvieron varias oportunidades para aumentar su ventaja, pero Danilo, de nuevo mantenía con esperanzas a su equipo y lo dejaba con vida para el partido de vuelta.

Con un Arena Condá completamente encharcado iniciaba el partido en el cual, el verdadero diluvio lo proporcionaría el Chapecoense. Con una lluvia de goles (Ananias, Gil y Thiego) los brasileños se imponían ante el conjunto colombiano y se metían entre los cuatro mejores equipos de la competencia.

Para aquellas épocas, la felicidad y la ilusión colmaban las calles de Chapecó, pues su modesto equipo estaba a dos partidos de conseguir el tiquete para la gran final. Sin embargo, si querían lograr aquella hazaña, el conjunto de Caio se tendría que medir a otro grande del continente, San Lorenzo, que venía de eliminar a Banfield, Deportivo La Guaira y Palestino.

Los brasileños se encontraron con un ‘Ciclón’ (apodo de San Lorenzo) arrollador que a los 30 minutos de la primera parte se puso en ventaja con un tanto de Cauteruccio. Sin embargo, Aquel gol despertó al ‘Chapé’ y Ananias en la segunda parte marcó un tanto más que decisivo. San Lorenzo no quería viajar con un empate en el global, pero Danilo, una vez más se vestía de héroe y no permitía que el conjunto de Boedo tomara la ventaja. Con un 1-1 final, la llave tendría su definición en Brasil.

El último vals

El Arena Condá estaba más colmado que nunca, el sueño estaba a 90 minutos de hacerse realidad y toda la ciudad de Chapecó había puesto la Fe en la escuadra que le había traído millones de emociones aquella temporada.

Casi 18.000 espectadores, serían testigos de un partido inolvidable para la historia del club brasileño. Los pupilos de Caio salieron en busca de la victoria y al minuto 25, anotarían un tanto que haría estallar de jubilo a todo el estadio. Sin embargo, aquel gol fue anulado por un fuera de juego milimétrico que mantenía la llave abierta.

Ya en la segunda parte, el Chapé aguantaba el resultado con lo que podía, pues debido al gol de visitante estaban consiguiendo su pase a la final. Una noche más, Danilo salvaba a su equipo en los últimos minutos del partido, y a 23 segundos para el final, los reflejos del guardameta cambiaban el destino de aquella escuadra. Con una atajada felina, el golero brasileño le daba al Chapecoense su boleto para la final.

El equipo de Caio llenaba de euforia a toda Chapecó, pues dos años atrás apenas estaban arribando a la primera división y ahora el modesto equipo estaba a un paso de ser campeón internacional, por lo cual todos iban a celebrar aquella clasificación como nunca antes.

Tal era la emoción de Caio Junior que en la rueda de prensa post partido declaró: “Si muriese hoy, moriría feliz” pues lo que habían conseguido con aquel equipo era una verdadera hazaña, aunque claro, primero tendrían que vencer al Club Atlético Nacional, que venía de eliminar a Cerro Porteño en las semifinales y buscaba al igual que ellos el tan anhelado título.  Los encuentros de la final estaban programados para disputarse los días 30 de noviembre y 7 de diciembre, en Medellín y en Curitiba respectivamente.

El ‘Chapé’ no solo era un equipo, se habían convertido en una familia y tal era su unión que horas antes de emprender su viaje a Colombia, todos celebraron que Tiago da Rocha Vieira o ‘Tiaguinho’ como era llamado, se acababa de enterar que iba a ser padre.

El sueño terminó

El 28 de noviembre de 2016, el Vuelo 2933 de LaMia, que transportaba al plantel del Chapecoense hacia el Aeropuerto Internacional José María Córdova (Colombia) para disputar la final de ida de la Copa Sudamericana, se estrelló en las montañas de Antioquia.

De las 77 personas a bordo, tan solo seis sobrevivieron a la tragedia, tres futbolistas (Alan Ruschel, Jakson Follman​ y Neto) un periodista (Rafael Henzel) y dos miembros de la tripulación (Ximena Suárez y Erwin Tumiri).

Debido a esta tragedia, el Club Atlético Nacional le expresó a la Conmebol que su deseo era declarar ganador de la competición al conjunto brasileño, petición que finalmente fue aceptada, otorgándole el título de campeón al Chapecoense. Por un tiempo, aquel conjunto que tocó el cielo con las manos se convirtió en el equipo de todos y quedó marcado para siempre en la historia del fútbol.

En honor a todas las víctimas de esta fatídica tragedia.

Por Julián Pino Cruz