Jefferson Herrera, una historia de perseverancia y tenacidad
Jefferson Herrera es un exjugador de fútbol profesional colombiano, tenía 22 años cuando en un intento de robo, un disparo se incrustó en su cuello y lo separó de las canchas.
El exdefensor inició su proceso de división de menores en la escuela Sarmiento Lora; posteriormente, en el 2011 el profe J.J. Lopéz lo llevó al Atlético FC (en ese entonces llamado Dépor FC), allí siguió su proceso en la sub-20 del club hasta que teniendo 18 años fue ascendido al equipo profesional y debutó el 20 de marzo del 2013 en el triunfo 1-0 frente a Pasto por la Copa Postobon.
El 1 de enero del 2016 el zaguero del equipo caleño fue baleado en un intento de robo en el oriente de la ciudad, como secuela de ello, una bala quedó incrustada en la séptima vertebra iniciando así, el partido más difícil de su vida.
“Cuando desperté el 2 de enero y entraron los médicos a decirme que no iba a volver a caminar, que posiblemente iba a estar toda la vida postrado en una cama, yo le dije -no doctor, yo me voy a levantar-, desde el primer momento nunca me dejé caer”, le dijo Jefferson a Polideportes.
El primer diagnóstico médico no fue para nada alentador; el panoráma lucía desfavorable para el caleño, sin embargo, él afirma que, debido a su actitud positiva, y como buen terco sabio, nunca confío en lo que los médicos desde el principio le pronosticaban, creyó en sí mismo.
La admirable fuerza interna que mueve a Jefferson y que lo ha hecho avanzar en su proceso de recuperación hoy como lo ha logrado, dice él, se lo debe a tres principales pilares: su madre, asimilar el proceso con el fútbol y Dios.
Jefferson Herrera es un hombre que constantemente se está poniendo metas. La primera que cumplió fue aprenderse a sentar; “Yo no podía quedarme sentado, tenía que estar amarrado porque me iba para los lados, pero cuando aprendí a sentarme, sentí una emoción muy grande”, dijo el caleño. Luego de eso su meta fue aprenderse a parar, al principio lo ayudaban entre 4-5 personas, pero él sabía que tenía que hacerlo solo, y así fue.
Actualmente, su recuperación avanza bien, está empezando a trabajar con el caminador, cada vez con menos ayuda. Aún hay bastante proceso por delante, dice él, pero así mismo van a haber momentos muy emocionantes que se van a sumar a la lista de momentos importantes dentro de su recuperación.
“Las terapias físicas son dos horas diarias dándole fuerte, antes hacía más, por lo que lo más importante al principio era trabajar muy fuerte los primeros meses, pero a medida que uno va avanzando, va sabiendo cuánto tiene que ir haciendo y va controlando el tiempo mejor. Son dos horas que uno trabaja a tope, como en el fútbol, yo llego reventado a mi casa, pero feliz porque se que la doy toda”, afirmó Jefferson.
El avance que el zaguero caleño ha tenido es completamente contrario a lo que alguna vez los médicos le dijeron, ya hace poco más de año y medio que viene trabajando la marcha y la esperanza de volver a caminar solo, cada vez es más fuerte y posible.
En este proceso Jefferson ha estado acompañado de su familia, de sus amigos y de la gente que en redes le muestra su apoyo y admiración. Alexis Viera es uno de esos amigos tan importantes en su vida, pues él también sufrió un incidente similar, sin embargo, juntos hicieron una apuesta.
Jefferson Herrera revela lo que significa Viera en su vida y su recuperación:
La pandemia llegó a Colombia y con ella, el cierre temporal de muchos establecimientos y demás, la clínica donde Jefferson hace sus terapias fue uno de esos, por lo que tuvo que ponerse en forma y no perder el ritmo desde su casa. Se levanta todos los días a las 6 am, y con unas barras paralelas que él fabricó en su casa, junto con unas pesas y una colchoneta para hacer abdominales y lagartijas se siguió preparando fisicamente para regresar a las terapias.
Jefferson explicó cómo fue ese regreso a las terapias después del tiempo que estuvo cerrada la clínica:
El caleño afirmó que, a pesar del encierro, ha sabido llevar la situación: “He estado tranquilo, yo creo que todo esto es por el bien de nosotros, sé quienes son mis amigos, me he visto con ellos, y gracias a Dios no me ha afectado el encierro y ya se está normalizando todo y eso es lo importante”.
Desde el año 2017 Jefferson trabaja con la Secretaria de Deporte de Cali y en cuarentena se han dedicado a llevar a cabo charlas virtuales, así como a veces va a la Ludoteca a realizar Facebook’s Lives donde ofrecen clases para personas con discapacidad, todo bajo estrictos protocolos de bioseguridad entre los colaboradores.
Jefferson agradece también todo el respaldo que ha tenido desde la Alcaldía y la Gobernación, que siempre han estado comprometidos y al tanto de su situación.
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¿Jefferson Herrera ha pensado en integrar algún equipo de paradeportes en el futuro?
“Alguna vez me dijeron que por mi recuperación que yo les servía a ellos en el equipo de rugby, pero yo vi el entreno y no, esos manes se dan muy duro, yo ya recibí mucho zapato toda mi vida. La verdad me quedé asustado cuando vi esos entrenamientos, dije -no, yo no tengo nada que ver ahí-, ellos se caían de las sillas, es algo fuerte y la verdad ahí no me veo”, entre risas y bromas dijo Jefferson explicando que el rugby no sería ninguna alternativa para regresar al deporte.
Jefferson es un joven que le apasiona que lo exijan y a la vez, el mismo exigirse, cualquiera que sea la posibilidad que pueda llegar en un futuro espera que le hagan dar su máximo esfuerzo como buen vallecaucano, con el nivel tan alto que tienen ellos, afirma él.
Asegura que Dios le ha cumplido y que lo seguirá acompañando en este proceso que lleva: “Yo creo que todos tenemos un propósito en la vida, yo creo que Dios me puso para esto. Lo entendí, hay que aceptarlo, entendí que era mi propósito de llegarle a la gente con algún mensaje, transmitir eso, y es muy bonito, donde quiera que voy me dicen que soy una motivación, me han dicho que soy una inspiración para ellos y es gratificante, porque yo trato de dar algo y también recibo mucho de las personas”.
El testimonio de este joven caleño ha servido de ayuda para muchas personas que se encuentran en situaciones tan adversas como la que él vivió. Se ha convertido tanto en Cali, como en redes y a nivel nacional, en un ejemplo de superación, tenacidad y constancia. Él nunca quiso creer en lo que decía un parte médico, para él lo primordial es saber a donde quiere llegar, luchar, pues ese se convirtió en su mayor sueño, defenderlo como el zaguero que solía ser en el Dépor FC, y por, sobre todo, no dejar de creer en sí mismo.
“No voy a caminar, voy a correr”, es la frase con la que cualquier persona se encontraría al mirar el perfil de Instagram de Jefferson y desde el primer momento es su objetivo por lograr.
Por David Pacheco