Equipos de época – Azul y Blanco vestirá Bogotá, Millonarios 2017

Millonarios 2017

Hoy en equipos de época, la escuadra que consiguió consagrarse en Colombia venciendo a su rival de campo en el derbi de la capital del país, Millonarios 2017.

A finales de los años 30 un grupo de estudiantes del Colegio San Bartolomé de Bogotá, decidieron crear un equipo de fútbol para poder enfrentarse a los diversos clubes de Colombia. Tiempo después, aquel equipo llamado Juventud Bogotana pasó a llamarse Millonarios y empezó a ser uno de los clubes más representativos del país.

Aun así, no era el único equipo de la capital y empezó a tener una rivalidad local con Santa Fe, pues desde su primer encuentro oficial jugado en el año 1948 nació un derbi en el que no solo jugaban por la victoria, sino que el honor y el orgullo también estaban en disputa.

A pesar de que Santa Fe ganó por 5-3 ese partido de 1948, convirtiéndose en el primer ganador de un clásico capitalino, el destino tenía preparada una temporada en la que Bogotá se iba a pintar de azul y blanco.

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Comenzaba el Torneo Clausura del año 2017 y Millonarios, dirigido por Miguel Ángel Russo, llegaba con ansias de conseguir su estrella número 15. La escuadra capitalina esperaba sacarse la espina después de haber sido eliminada al último minuto en la semifinal del Torneo de Apertura a manos del Club Atlético Nacional.

Pese a que el conjunto ‘Embajador’ (apodo de Millonarios) quería comenzar de la mejor manera el torneo, un empate en la primera fecha y una derrota contra Santa Fe en la segunda, los empezaba a alejar de los primeros puestos. Conforme iban pasando los encuentros al equipo le costaba despegar y el objetivo de quedar entre los ocho primeros para clasificar a la siguiente fase era cada vez más difícil.

Sin embargo, los dirigidos por Russo levantaron la cabeza y en las últimas ocho fechas consiguieron 20 puntos de 24, asegurando su clasificación para la fase de eliminación y cerrando con broche de oro el todos contra todos, tras vencer en el último partido al Deportivo Cali por 5-1 en el Estadio Nemesio Camacho El Campín, el templo del fútbol en Bogotá.

En la siguiente fase del torneo, los equipos que terminaron entre el primer y el octavo puesto se dividieron en cuatro llaves para definir los cuartos de final. El sorteo realizado el 19 de noviembre decretó que el primer rival en el camino a la gloria de Millonarios sería La Equidad.

Camino a la estrella 15 del fútbol profesional colombiano

El partido de ida sería en el Estadio Metropolitano de Techo y aunque finalizando la primera parte los ‘Embajadores’ lograron adelantarse en el marcador tras un gol de Ayron del Valle, La Equidad no se echó para atrás y empató el encuentro al minuto 53. Con la llave igualada Millonarios buscaría sellar su clasificación en condición de local.

Los dirigidos por Russo darían un golpe de autoridad al minuto 15, cuando el capitán del equipo, Andrés Felipe Cadavid con un disparo seco y potente al medio, convirtió una pena máxima. Aunque los locales seguían creando oportunidades no lograban concretar y como el que no los hace los ve hacer, a los 14 minutos para el final Carmelo Valencia logró conectar con la cabeza un tiro libre y empató para La Equidad.

Sin embargo, Millonarios, con una amplia superioridad, empezó a acechar el arco defendido por Cristian Bonilla y al minuto 85 tras varios disparos que dejaron a los hinchas ‘embajadores’ con el corazón en la mano, David Macalister Silva atrapó un rebote y con un toque sutil anotó el gol que causó la locura total en el Campín.

De manera agónica Millonarios avanzaba a la siguiente fase y hacía soñar a todos con la estrella navideña, pero primero tendría que medirse, cara a cara, frente al América de Cali en las semifinales.

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El Pascual Guerrero (estadio en donde juega América) viviría una semifinal única, pues la ‘hinchada escarlata’ esperaba que su equipo volviera a jugar una final después de su larga estadía en la segunda división del fútbol colombiano.

Aun así, al frente estaba Millonarios, que no era un rival fácil de vencer, pues al minuto 32 Ayron del Valle y Harold Mosquera lograron conectar una pared para romper la defensa del América y con un disparo desde fuera del área, Ayron adelantaba a la escuadra ‘albiazul’.

Los dirigidos por Russo lograron mantener por un largo periodo de tiempo la ventaja, pero al minuto 62 el juez central decretó penal para el América. Sin embargo, Nicolás Vikonis, que venía de una actuación notable en el primer tiempo, logró contener el remate de Cristian Martínez Borja y de paso, mantener la ventaja para Millonarios.

Con todo y eso, América siguió buscando el empate y cinco minutos después el arbitro pitó de nuevo una pena máxima para los locales. Martínez Borja tenía una revancha con Vikonis, y no la iba a desaprovechar, con un gran disparo del delantero escarlata, el club caleño empataba el encuentro.

Millonarios no tardaría en responder y tan solo tres minutos después de la igualdad del América, David Macalister Silva adelantaba de nuevo al equipo y de paso le daba la victoria.

En su estadio, con su gente, y con ganas de llegar a una nueva final, Millonarios buscaba mantener la ventaja. Con más de 33.000 almas azules presentes en El Campín a pesar del diluvió que colmó la capital, arrancaba el encuentro en el que por 90 minutos la hinchada local sufriría, gritaría y viviría por su equipo.

Si Vikonis fue una de las figuras en el partido de ida, en la vuelta, Carlos Bejarano (guardameta del América) no se quedaría atrás. Con atajadas claves y una gran seguridad en su arco, el portero ecuatoguineano lograba mantener al América vivo. Aun así la escuadra caleña necesitaba un gol para empatar la llave pero la defensa ‘embajadora’ junto con Vikonis también estaban notables, pues con el apoyo desde las gradas, la escuadra capitalina se crecía cada vez más.

Al minuto 77 Jhon Duque con una gran corrida, provoca un penal a favor de su equipo. Si Ayron convertía, la llave quedaba casi sentenciada, pero la figura de la noche tenía nombre propio, Carlos Bejarano. El guardameta le contuvo el remate al delantero ‘albiazul’ y de nuevo, mantenía a su equipo en juego.

Sin embargo, al América no le fue suficiente, y con el pitazo final de Bismark Santiago se confirmó lo que muchos estaban esperando. Por primera vez en la historia de la liga profesional de fútbol colombiano, el desenlace sería un clásico capitalino. Millonarios vs Santa Fe. La gloría se quedaría en Bogotá, pero solo un equipo tendría la mejor navidad de todas y pondría la tan anhelada estrella en la cima del árbol.

Con un mar azul en las gradas de El Campín, iniciaba el partido de ida de la gran final. Disputado, como deben ser estos partidos, ambas escuadras se dejaban la vida en cada jugada, y las defensas eran sólidas y no daban espacios; sin embargo, los dirigidos por Russo se encontraron con la oportunidad de adelantarse en el marcador al minuto 32 en la pelota quieta. Juan Guillermo Domínguez centró aquella pelota en busca de una cabeza ‘albiazul’ y así fue, Matías De los Santos conectó el centro y con un testazo certero mando a guardar esa pelota al fondo de la red causando el éxtasis total en el estadio. De los Santos le daba la oportunidad a más de 33 mil personas presentes en el estadio de cantar con el alma un tanto de su equipo.

Con jerarquía Millonarios logró mantener la ventaja y aunque no tuvo efectividad en las siguientes oportunidades, se mantuvo solido en defensa y se llevó una victoria con sabor a título. Aun así, todo se definiría en el partido de vuelta, de nuevo en El Campín pero esta vez estaría colmado de rojo.

17 de diciembre de 2017, Bogotá.

Si bien, Bogotá es una ciudad que se mueve constantemente, aquel domingo la capital lucía diferente. Aunque vieran o no fútbol, los ciudadanos sabían que en ese partido se disputaba algo más allá, tantos años de rivalidad por fin tendrían su definición.

Con el global 1-0 a favor de Millonarios iniciaba el encuentro. Noventa minutos más en los que se iba a definir el campeón de Colombia. La escuadra ‘albiazul’ iniciaba el encuentro con seguridad y confianza, jugando tranquila y esperando a que su rival propusiera el juego. Sin embargo, tan solo a los 15 minutos de partido, Santa Fe encontraba un penal a favor tras una imprudente falta de Matías de los Santos. Los locales tendrían la oportunidad para empatar la llave y poner el partido a su favor.

El encuentro apenas comenzaba y Wilson Morelo anotaba el gol que empataba la serie y le daba la tranquilidad a los Leones (apodo de Santa Fe). Ambas escuadras siguieron buscando el gol que los adelantara en el global, y aunque estuvieron a punto de marcar, se fueron al descanso con el marcador igualado.

Tan pronto inició la segunda parte los locales tuvieron la oportunidad para adelantarse pero el palo salvó a los dirigidos por Russo, que minutos después aprovecharían aquella segunda oportunidad.

De nuevo, Domínguez centraba la pelota, pero esta vez desde el tiro de esquina y el encargado de conectar la esférica sería el capitán, Cadavid. Con un cabezazo imponente el defensor central dejó al guardameta Zapata sin oportunidad de atrapar aquel balón que terminó en el fondo de la red.

Millonarios de nuevo tomaba la ventaja en el global y pensaba defenderla de cualquier manera.

Los Leones salieron en busca del empate por lo cual el técnico Miguel Ángel Russo decidió reforzar el medio campo y sacó a Macalister Silva. Si bien, Silva había sido figura a lo largo del torneo, al campo iba a entrar Henry Rojas, un mediocampista que estaba destinado a ser ídolo.

Con el apoyo de su gente, Santa Fe se empezó a acercar cada vez más al arco defendido por Vikonis y al minuto 82, tras una gran jugada de Morelo, los locales empataron el global, por lo cual la final tendría su definición desde los 12 pasos.

Aun así, aquella noche de diciembre, el cielo estaba más azul que nunca y a cinco minutos para el final Henry Rojas empalmaba la esférica con su botín izquierdo y detenía el mundo por completo.

Algunos dirán que aquel balón se demoró un segundo en la trayectoria entre el pie de Henry y el arco, pero lo cierto es que aquel disparo del ibaguereño detuvo por un largo tiempo millones de corazones bogotanos que cantaron con el alma aquel gol que le daba el título a la escuadra ‘albiazul’.

Aunque Rojas silenció a los aficionados en el estadio El Campín, la hinchada ‘embajadora’ se desahogó y rompió su garganta con el grito de gol, pues en aquel cielo azul empezaron a aparecer 15 estrellas que brillaban más que nunca.

De manera increíble, en los últimos minutos y en condición de visitante, Millonarios conseguía su decimoquinto título del fútbol profesional colombiano. Sin duda alguna, aquella escuadra ‘albiazul’ quedará marcada en la historia como un equipo de época, que venció por completo a su máximo rival y pintó a Bogotá de azul y blanco.

Por Julián Pino