Equipos de época – La selección de ‘O Rei’, Brasil 1970

Brasil

Hoy en equipos de época, la selección nacional que salió campeona del mundo de la mano del ‘Rey’ del fútbol.

A lo largo de los años el pueblo brasileño ha contado con varios seleccionados de calidad, caracterizaos principalmente por su ‘Jogo Bonito’. Sin embargo, si hablamos de la historia de la ‘Canarinha’ (apodo del seleccionado brasileño) tendríamos que viajar al año 1970 en el cual el territorio mexicano presenció la actuación de una escuadra, que para muchos, ha sido la mejor del balompié mundial.

A finales del mes de mayo del año 1970 el mundo se detenía, pues a México llegaba la novena edición de la Copa Mundial de Fútbol, en donde 16 seleccionados nacionales buscaban la gloria eterna. Si bien, en ese año Gustavo Díaz Ordaz era el máximo mandatario de México, un brasileño de 29 años de edad, apodado ‘Pelé’ llegaría para gobernar.

La selección de Brasil llegaba a México con la confianza por las nubes, pues en las eliminatorias a la cita mundialista no encontró un rival de su talla y ganó todos los partidos dejando atrás a Paraguay, Colombia y Venezuela. A pesar de eso, la ‘Verdeamarelha’ (apodo del seleccionado brasileño) arribaba al mundial con un nuevo entrenador; João Saldanha abandonaba su cargo, pues aparte de tener problemas políticos, había dejado a Pelé por fuera del equipo y nadie quería que ‘O Rei’ no asistiera al campeonato, así que Mario Zagallo llegaba al banquillo de Brasil luego de consagrarse como jugador en los mundiales de 1958 y 1962.

Los dirigidos por Zagallo harían parte del Grupo 3 junto a Checoslovaquia, Rumania e Inglaterra, sin duda alguna un grupo bastante difícil para el ‘Scratch’ (apodo del seleccionado brasileño).

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El 3 de junio de 1970 Guadalajara se preparaba para el debut de la selección brasileña y todas las calles de la ciudad se empezaban a desocupar, pues absolutamente nadie quería perderse algún partido de la ‘Verdeamarelha’ que claro, contaba con el mejor jugador que el fútbol haya visto.

Ver a Edson Arantes do Nascimento (Pelé) era un lujo que no ocurría todos los días por lo que el pueblo mexicano daba lo que fuera para observar por noventa minutos el juego de ‘la perla negra’, que por supuesto, estaba acompañado de jugadores como Carlos Alberto, Jairzinho, Tostão, Gerson, Rivelino, y demás futbolistas que brillaban por su buen juego.

Los aficionados en el Estadio Jalisco de Guadalajara esperaban un gran partido, pues aparte de tener a Brasil en el campo de juego, estaba la selección de Checoslovaquia, una potencia futbolística de aquellos años que logró ser subcampeón de la Copa del Mundo en los años 1934 y 1962, perdiendo la segunda precisamente contra la ‘Canarinha’.

Con un calor abrasador debido a una temperatura asfixiante de 40 °C arrancaba el encuentro y tan solo 11’ minutos después de que iniciase, el checoslovaco Petráš abría el marcador. Sin embargo, Brasil empezaría a buscar la igualdad y tras una gran jugada de Pelé al borde del área rival, el árbitro pitaría un tiro libre a favor de los sudamericanos. El encargado de cobrar la falta sería Rivelino, y no fallaría. Con un disparo contundente ponía el 1-1 al minuto 24.

Brasil seguiría insistiendo y unos minutos después Pelé dejaría enmarcada una jugada que iba a pasar a la historia; el brasileño sabía que el guardameta rival estaba adelantado así que disparó perfectamente desde una distancia de 60 metros, algo que para la época era extraño pues ningún futbolista lo había intentado. A pesar de su increíble disparo, la esférica no entró pero aun así, Pelé demostró que su fútbol era distinto al de los demás.

En la segunda parte llegaría la aplanadora brasileña; al minuto 59’ Pelé controlaría un balón dentro del área de manera asombrosa, para después mandarlo a guardar al fondo de la red. Dos minutos más tarde Jairzinho aumentaría la ventaja y le daría la tranquilidad a la ‘Verdeamarelha’ que en los últimos minutos del partido selló el encuentro, otra vez de la mano de Jairzinho. Con un 4-1 final los dirigidos por Zagallo empezaban con pie derecho el campeonato y le mostraron al mundo sus destellos de buen fútbol.

Llegaría el siguiente Partido y con él un rival duro de vencer para el ‘Scratch’. Las cosas no serían fáciles pues en frente estaba el campeón del mundo, Inglaterra, que venía de vencer 1-0 a Rumania en la primera fecha y esperaba ganar el partido para conservar el título conseguido en sus tierras. Los últimos dos campeones se verían cara a cara, “Magia contra método” tituló el diario Daily Express aquel día.

Al inicio de la primera parte la ‘Canarinha’ se empezaba a acercar al arco inglés y al minuto 10’ Jairzinho condujo el balón de manera notable por la banda derecha, eludió a un jugador y lanzó un centro como con la mano directo a la cabeza de Pelé. ‘O Rei’ se elevó por los aires y cabeceó con gran fuerza hacía abajo, un balón casi imposible para el guardameta, todo el estadio de Jalisco se estaba levantando para gritar el primer gol de Brasil e incluso Pelé alcanzó a levantar sus brazos para celebrar, pero apareció la mano de Gordon Banks, el portero inglés se estiró de manera notable y sacó el balón en la línea del arco. Nadie lo podía creer pues el número 1 de Inglaterra había gestado la mejor atajada de la historia.

Los equipos se irían al descanso en ceros, pues a pesar de buscar el gol, nadie logró romper la igualdad y todo lo dejarían para la segunda mitad.

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Transcurría el minuto 59’ y Brasil empezaba a adueñarse de la pelota, el seleccionado logró encadenar una gran cantidad de pases hasta que Tostão encaró al histórico defensor Bobby Moore, le hizo un túnel y centró el balón para Pelé, que controló la redonda y se la cedió a Jairzinho para que anotara el tanto de la victoria. Brasil marcaba un auténtico golazo con el cual, no solo conseguía los tres puntos sino que dejó ver el ‘Jogo Bonito’ en su máxima expresión.

Con la clasificación asegurada el ‘Scratch’ llegaba al último partido de la fase de grupos con toda la tranquilidad y tras una buena actuación logró vencer 3-2 a Rumania con dos goles de Pelé y uno de Jairzinho.

Cuartos de Final

Iniciaba la fase de eliminación y Brasil tendría que enfrentar a Perú, quien había clasificado como segundo del Grupo 4 y contaba con grandes jugadores como Pedro ‘Perico’ León, Teófilo Cubillas, Héctor Chumpitaz, entre otros.

A pesar del buen juego de Perú la ‘Verdeamarelha’ empezaría dando el primer golpe pues al minuto 11’ Rivelino lanzó un disparo desde el borde del área imposible para el guardameta, lo que significaba el 1-0 y cuatro minutos más tarde Tostão aumentaría esa ventaja. Los peruanos no se quedaron atrás y descontaron antes de que terminara la primera parte.

Con el marcador 2-1 iniciaba el segundo tiempo y de nuevo Tostão marcaba un gol para Brasil, sin embargo, ‘el nene’ Cubillas le puso suspenso al partido al minuto 70’ con un disparo que no pudo detener el portero Félix, pero los dirigidos por Zagallo no se dejaron intimidar y sentenciaron el partido cinco minutos después con un gol de Jairzinho.

Semifinal

Brasil aseguraba su paso a la semifinal y se mostraba como serio candidato al título, sin embargo, enfrentaría a un viejo conocido que retumbaba una y otra vez en sus memorias, por lo que todo el pueblo brasileño pedía a gritos la revancha.

Estadio Maracaná de Río – 16 de julio de 1950

El histórico estadio de Maracaná recibía la final de la Copa Mundial de Fútbol de 1950, organizada en Brasil. Los anfitriones habían llegado a la final sin perder ni un solo partido y eran claros favoritos para llevarse el título. Su rival sería la selección uruguaya que a pesar de contar con un gran nivel de juego, era subestimada por todos y pensar en la victoria ‘charrúa’ era algo totalmente descabellado.

En la primera parte Uruguay logró aguantar de manera notable los ataques de la selección brasileña y pudo irse al descanso con un 0-0 que aun así le daba el título a los locales. Pero no resistirían por mucho, pues el jugador de Brasil, Friaça, anotó el 1-0, desatando la alegría total en el estadio, que estaba a minutos de ver a su equipo campeón. Sin embargo, Juan Alberto Schiaffino anotó el empate para Uruguay, que viendo lo que habían logrado empezaron a creer en el campeonato y al minuto 79’ anotaron otro tanto, convertido por Alcides Ghiggia. Aquel gol dejó en silencio a todo el estadio, que no podía creer lo que estaban presenciando y que habían pasado del cielo al infierno en cuestión de minutos.

Con el pitazo final del árbitro, el campeonato de Uruguay era oficial, los 200.000 espectadores que habían acudido al Maracaná estaban devastados, y las lagrimas se apoderaron de casi todo el pueblo brasileño, e incluso varias personas se llegaron a suicidar, pues Uruguay le arrebató el título de las manos a los locales y le daba origen al Maracanazo.

Aunque ya habían pasado 20 años de aquel suceso, el recuerdo aún seguía vivo y Brasil no quería dejar escapar la oportunidad de ganar su tercera Copa del Mundo.

El partido, más que una semifinal, era una revancha y ambas escuadras salieron al terreno de juego con ansias de pasar a la final. El uruguayo Luis Cubilla sería el encargado de poner el 1-0 por lo que los fantasma del Maracanazo se empezaron a apoderar de la ‘Canarinha’, sin embargo, el mediocampista brasileño, Clodoaldo empató el partido finalizando la primera parte y le devolvió la confianza a su equipo.

Esa confianza le permitió a Brasil apoderarse del juego y pasar por encima de sus rivales con goles de Jairzinho, de Rivelino y con una jugada de ‘O Rei’ que pudo terminar en el gol del siglo, pues Pelé, recibió el balón, le hizo una finta al histórico guardameta Ladislao Mazurkiewicz sin siquiera tocar la esférica y remató fallidamente pero, de nuevo mostrando una pizca de su talento.

De esta manera el ‘Scratch’ firmaba el 3-1 y conseguía su tiquete para la final de la Copa del Mundo.

Final

Por un lado Brasil, con el ‘Jogo Bonito’ y por el otro Italia que tampoco había perdido ningún partido en el mundial y acababa de eliminar a la gran Alemania Federal. El campeón ganaría la Copa Jules Rimet (trofeo del mundial en ese entonces y que obtenía en propiedad la selección que ganara tres veces dicho certamen. Italia y Brasil habían sido campeonas en dos ocasiones).

Con la copa en juego, iniciaba el partido en el Estadio Azteca de la Ciudad de México en donde más de 107.000 espectadores esperaban con ansias ver quién era el nuevo campeón. Tan solo a los 18 minutos de juego, después de un gran centro, Pelé se elevaba y de un testazo contundente mandaba a guardar ese balón al fondo de la red, anotando así, su último gol en un mundial.

Sin embargo Italia sacaría pecho y empataría el encuentro con un gol de Roberto Boninsegna. Pero, en el segundo tiempo la ‘Verdeamarelha’ mostraría toda su jerarquía e iba a darle un recital de ‘Jogo Bonito’ a todo el Estadio Azteca. 21 minutos después del inicio de la segunda parte, Gerson desenfundaría un disparo inalcanzable para el guardameta italiano. Cinco minutos después, Jairzinho anotaría otro tanto y pasaría a la historia, convirtiéndose en el único jugador en marcar en todos los partidos de un mundial.

Aun así, Brasil no acabaría ahí y la cereza en el pastel sería una obra de todo el equipo que culminaría el lateral derecho Carlos Alberto. Con un 4-1 final el ‘Scratch’ ganaba el mundial por tercera vez, de la mano de aquel chico que limpiaba zapatos y con el paso de los años se convirtió, para muchos, en el mejor jugador en la historia del fútbol.

Sin duda alguna, aquella selección de Brasil fue un equipo de época, en el cual Zagallo logró juntar a cinco “10” y los hizo funcionar de manera notable. Aquel año México cambió los mariachis por garotas y el ‘Scratch’ bailó a sus rivales al ritmo de la samba.

Por Julián Pino Cruz