El deportista debe revisar su vida a futuro
Muchos jóvenes que quieren ser deportistas estuvieron en Expo Estudiantes. Con ellos pudimos hablar en POLIRADIO desde el estand del Politécnico Grancolombiano en el marco de esa feria. Como siempre fue una experiencia excelente que permitió acercarnos a quienes están prontos a culminar sus estudios de bachillerato. En el espacio se dio la oportunidad de preguntarles sobre sus expectativas de formación profesional.
Las carreras más solicitadas fueron: psicología, mercadeo, derecho, ingeniería de sistemas, administración de empresas y una gran población inclinada hacia la culinaria. Pero fueron muchos los que manifestaron ver su futuro en el deporte. Es de ahí, de dónde sale la reflexión que hoy comparto con ustedes.
Le pregunté a un joven ¿qué carrera quería estudiar?, de manera tímida y monosilábica me respondió entre dientes “nada”. Creo que no pude ocultar mi cara de sorpresa y enseguida le pregunté ¿por qué no quiere estudiar nada?, con mayor seguridad, pero siempre mirando al piso, dijo: “porque el fútbol me lo va a dar todo”.
Dejé que el chico siguiera su recorrido por el pabellón de CORFERIAS. No pude dejar de pensar en todos aquellos niños y niñas que están en una escuela deportiva y su meta es vivir de sus habilidades física e inteligencia deportiva. Pero, la realidad es que no todos tienen las condiciones, no todos serán profesionales del deporte y pocos serán los que se destaquen siguiendo un camino como el de: James Rodríguez, Mariana Pajón, Andrés Felipe Muñoz, Caterine Ibargüen, Óscar Figueroa o Carlos Daniel Serrano, en el caso paralímpico.
La carrera del deportista es difícil, sacrificada y con más derrotas que victorias; además, es corta en cuanto a competencia se trata. El deportista debe optimizar, día a día, sus condiciones físicas. Debe conocer la táctica y la estrategia del deporte o los deportes que practica y, para algunos, todo termina ahí. En realidad, esto no es verdad.
El deportista debe pensar más allá de los escenarios deportivos
Además de todo lo relacionado con la competencia, el deportista debe formar y fortalecer su inteligencia emocional; debe estructurarse como persona, como ser humano; está obligado a saber cómo manejar su marca y cómo administrar su patrimonio para lograr una vida digna en su edad dorada.
La carrera del deportista es absorbente y difícilmente logra compaginar de manera exitosa con el estudio. Pero, es indispensable que los colegios, las escuelas deportivas y las universidades motiven a los deportistas a culminar una formación superior que complementen y orienten su carrera deportiva. De tal forma que, si se ven afectados por una lesión, un retiro forzoso o no encuentran las oportunidades necesarias, tengan una alternativa de vida basada en una formación profesional.
Es claro que buena parte de nuestros deportistas no cuentan con los recursos económicos para adelantar sus estudios, tanto básicos como superiores. Esto genera que las instituciones educativas motiven en los dos aspectos (deportivo y académico) a los niños y a las niñas. Esta es la mejor oportunidad para formar cuerpo y mente. Colombia necesita de un plan que compagine al deporte con la educación para ver siempre triunfador al país en las diferentes citas deportivas mundiales.