muere la Superliga europea

Ante la atenta e incluso, inquisidora mirada de todos los espectadores del fútbol y sin siquiera ver la luz, muere la Superliga europea, la propuesta, encabezada por Florentino Pérez, llegó a su fin.

Tras una semana llena de tensiones, amenazas y cruces de palabras de diferentes bandos muere la Superliga europea, un modelo que no consiguió prosperar y ante todo pronóstico de su fundador, el magnate merengue, Florentino Pérez; el proyecto llegó a su fin tras los anuncios de la UEFA y la FIFA de buscar estrategias para que no se realizara el ambicioso y extraño proyecto.

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El nacimiento de la discordia

Inicialmente todo se veía como un proyecto más en el aire, cuando en algún momento, Florentino Pérez manifestó que tenía la intención de realizar una nueva liga, en la cual, buscaría que los más históricos hicieran parte de ella y que fuera distinta a la UEFA Champions League.

Todo se convirtió en una “realidad”, cuando el cuadro merengue, seguido del Barcelona y otros equipos, anunciaron en sus redes sociales el nacimiento de la Superliga europea y se proclamaban como fundadores del proyecto.

Tras los anuncios de los diferentes clubes de España y del resto de Europa, empezó una cruzada mediática desde FIFA en cabeza de Gianni Infantino para evitar a toda costa que el evento se llevará a cabo, a tal punto que las amenazas de que los jugadores que participaran en dicho torneo, serían expulsados de FIFA y no jugarían los máximos eventos de las categorías avaladas por FIFA como el Mundial o la Eurocopa.

La cruzada mediática

Con todas las cartas sobre la mesa y con la mirada de todos los espectadores, comenzó la cruzada mediática de ambos bandos, buscando quién tenía mejores herramientas para jugar en pro o en contra de la Superliga europea.

Anuncios de ambos bandos llegaron, hasta que los mismos protagonistas, los deportistas y directores técnicos, empezaron a dar sus opiniones sobre la realización de la Superliga europea e hicieron ver que el proyecto no llegaría muy lejos.

Uno de los primeros en pronunciarse fue el técnico del Liverpool quien aseguró que “seria un evento fuera de todo lugar” y, adicionalmente, según el alemán: “las directivas nunca consultaron con él para unirse a la Superliga”.

Tras el anuncio de Kloop, más personalidades se fueron uniendo y Guardiola, técnico del Manchester City, se fue en contra de la Superliga diciendo que “el deporte no es deporte, cuando no existe relación entre esfuerzo y premio”.

Figuras del ayer y hoy empezaron a sumar sus voces en contra y entre ellos, David Beckham y Luis Figo, estrellas del Real Madrid, sumaron su desacuerdo y mostraron su punto en contra del proyecto del club en el que James Rodríguez, también se pronunció respecto al torneo.

Así muere la Superliga europea

Con todos los anuncios y la posibilidad de que la FIFA y la UEFA expulsaran a los participantes de la Superliga europea, de los torneos con aval de la FIFA , uno a uno, los miembros de este proyecto fueron “abandonando el barco” y el Manchester City fue uno de los primeros en anunciar su retiro de la Superliga.

Tras el anuncio del City, más equipos se fueron sumando al retiro, el Chelsea lo hizo por la presión que ejercieron sus hinchas para que se retiraran del torneo, y los demás equipos que hacían parte de esta Superliga como Manchester United y Liverpool, anunciaron su salida dejando a todos los clubes ingleses fuera del torneo y dejando solo a Florentino con su proyecto.

Tras los anuncios de los equipos ingleses e italianos de retirarse de la Superliga, los organizadores del evento, entregaron un comunicado donde indican que la propuesta tiene como objetivo “la evolución del deporte, a la vez que genera recursos y estabilidad”, dando a entender que no se darán por vencidos y estarán dispuestos a continuar en cabeza de este evento, donde Barcelona y Real Madrid aún no oficializan que desistan del evento deportivo.

Con todo esto, hasta el momento, luego del anuncio de los fundadores del proyecto, ni la FIFA, ni la UEFA se han pronunciado al respecto y hoy solo se ve como muere la Superliga europea sin rodar por primera vez el balón.

Por John Carrillo