Karen Garzón, disciplina y constancia en el fútbol femenino
Durante muchos años, Colombia ha visto en el fútbol femenino logros importantes a nivel internacional. Buenas presentaciones en las Copas del Mundo, la Copa América y en el ciclo olímpico, que impulsaron a muchas de las grandes figuras a jugar en los equipos destacados del mundo. Este talento femenino se viene potenciando con la liga profesional colombiana, que, aunque no le dan la importancia que deberían, muestra las grandes condiciones técnicas y tácticas con las que cuentan las jugadoras colombianas.
Un ejemplo de lo dicho es Karen Garzón Rodríguez, centrocampista del plantel femenino de Llaneros FC. La jugadora nacida en San Bernardo, Cundinamarca, tuvo un camino largo para llegar al profesionalismo en el fútbol femenino, pero con disciplina y pasión por lo que se hace se llega a los objetivos.
Su primer acercamiento al mundo del fútbol fue a los 10 años, viendo jugar a sus primos florece la curiosidad y, posteriormente, el gusto por el micro y el fútbol de salón. Su tío que en ese momento tenía una escuela de formación, masculina, le da la oportunidad de empezar a entrenar a la par de esos muchachos. El equipo se preparaba anualmente para el torneo que se organiza en San Bernardo, donde compiten los mejores jugadores del municipio,
Karen en un principio aprendió, pero pasado un año, supo que podía competir también en el torneo. En su primera participación no fue tenida en cuenta de manera relevante y jugó muy pocos minutos. Para el segundo año fue ganando más tiempo de juego por su calidad técnica y física, y ya para el tercer año de competencia era titular indiscutible en aquel equipo. Estas apariciones le dieron notoriedad y empezó a jugar con la selección femenina de fútbol de salón del municipio, con tan solo 13 años.
Un gran paso, la Liga de Cundinamarca
Por su talento el director deportivo del municipio se fijó en ella y le propuso presentar pruebas para ingresar a un equipo de fútbol femenino, hasta ese momento Karen no estaba familiarizada con la cancha y los guayos, ya que su recorrido había sido jugando micro y fútbol de salón. A pesar de esto, decidió arriesgarse y fue a presentar las pruebas en un club de Funza llamado Real Pasión.
Con el club tuvo la posibilidad de jugar el Pony Fútbol a nivel regional y nacional, también la Copa Claro. Pasado un tiempo decidió retirarse de este equipo y en ese momento empezó hacer parte de las selecciones Cundinamarca, una lesión la alejó por casi seis meses y la hizo apartarse del fútbol. Pero cumpliendo con recuperación volvió a recibir el llamado, para competir en las categorías prejuvenil y juvenil.
Una vez terminado el colegio, Karen tenía claro que iba a estudiar en la Universidad Nacional, pero por cuestiones de la vida, se dio la oportunidad de ingresar a la Sergio Arboleda becada. Una vez allí, se enteró que la universidad es una de las más fuertes en lo que a fútbol femenino corresponde, aunque su carrera es economía, no dudo en hacer parte de ese equipo de la universidad. Ingresó en las convocatorias que hacen semestralmente y se quedó con uno de los cupos. Casi que, al mismo tiempo, Millonarios busca crear su plantel femenino teniendo como base el equipo femenino de la Sergio Arboleda.
Dentro de la convocatoria del ‘albiazul’ se presentaron cerca de 50 chicas, para quedar finalmente un plantel de 25, de las que Karen hacía parte. A puertas de iniciar el proceso con Millonarios, sufre una lesión de ligamento cruzado que la aleja de las canchas por seis meses.
Después de cumplido el tiempo de recuperación sigue haciendo proceso con el plantel profesional, pero por el ritmo que traía producto de la lesión no logra debutar en la Liga Profesional.
Lea también Yeison Cruz, dando pasos por el fútbol colombiano
El debut profesional en Llaneros
En el año 2020 el equipo de Villavicencio forma su plantel profesional de cara a la Liga Femenina, los directivos del club contactan a Karen para que haga parte de su equipo y con el club logra su debut profesional.
En un principio fue un reto, porque a pesar de que Llaneros tenía como sede de entrenamiento a Bogotá, la localía si la cumplía en Villavicencio “Los entrenamientos del equipo eran en Funza todos los días, pero empezamos un proceso virtual por la pandemia de casi dos meses y luego retomamos la presencialidad”, explica Karen Garzón.
Ya haciendo parte del equipo de Llaneros, los tiempos empezaron a ser muy justos por la obligación que implicaba el estudio y la beca, como lo relata Karen: “El plantel de Llaneros no tiene que ver de forma directa con la universidad, entonces algunos entrenamientos se me cruzaban con las clases. Me tocó pedir permisos en la universidad para poder entregar trabajos y asistir a los entrenamientos sin riesgo de nada”.
Llaneros en la liga femenina 2020 hizo parte del grupo A junto con Santa Fe, Millonarios, Fortaleza y Equidad. El equipo de Villavicencio ocupó la última posición del grupo con 8 puntos, siendo la primera experiencia del club en la liga.
El panorama del fútbol femenino en Colombia
A pesar de contar con talento de sobra, el apoyo con el que cuenta el fútbol femenino en el país es realmente incierto, problemas de patrocinio, de fondos y una falta de seriedad en los entes que reglamentan este deporte en el país, como lo afirma Karen: “El fútbol femenino lo tienen como ‘por si acaso’, hay una falta de compromiso de las instituciones para brindarle a las deportistas una liga estable y de brindar mejores condiciones”
Cada vez acortan más los tiempos para el desarrollo de la Liga Femenina, a tal punto que la edición 2021 tendrá una duración de mes y medio. “El torneo es exigente, pero es muy difícil jugar una liga en tan poco tiempo, se juega domingo – miércoles – domingo y esto no es bueno para los procesos de recuperación. Además, los contratos con los equipos se dan en el periodo de la liga profesional y el resto del tiempo hay que seguir preparándose”, dice Karen Garzón.
Claramente la inversión en el fútbol femenino debería ser mayor, ya que se convierte también en la plataforma para que las jugadoras salgan al fútbol femenino internacional. Teniendo en cuenta que hay jugadoras de Selección Colombia en grandes equipos, que el Atlético Huila ya fue campeón continental y que la formación técnica de la jugadora colombiana es muy buena, debería recibir un mayor apoyo tanto público como privado para generar un torneo con condiciones óptimas para las jugadoras y agradable para el espectador.
Por: Nicolás Estévez