Jenny Medina, de un potrero de Bogotá a los campos de Canadá
La deportista Jenny Medina habló para POLIDEPORTES sobre su recorrido en el ultimate y cómo desde pequeña ha crecido su amor hacia este deporte.
Según la WFDF (Federación Mundial de Disco Volador), ultimate; en la actualidad, más de 100.000 jugadores practican este deporte en más de 30 países.
Para el año 2012 en Colombia el ultimate avanzaba rapidamente. En el mundial junior, realizado en Dublín las mujeres consiguieron el campeonato mundial; en la categoría Open fueron subcampeones y acreedores del espíritu de juego, y en ese mismo año, Colombia participó con tres categorías diferentes (Open, Mixto y Femenino) en el mundial absoluto realizado en Japón, en el cual Santiago Montaño y Yina Cartagena se hicieron acreedores del premio a mejores jugadores del mundial en categorías Mixto y Femenino.
Para esa misma época, la bogotana Jenny Medina, a sus cortos 11 años, se estaba adentrando al mundo del ultimate, jugando con los amigos de su hermana en un potrero cerca al colegio en el que se graduó. Sin embargo, no era más que un pasatiempo, pues a esa edad prefería salir con sus amigas, hacer pijamadas y vivir su niñez.
Con el paso del tiempo, Jenny le fue cogiendo el gusto al ‘ulti’ (como le dicen popularmente al ultimate) y un año después entró a AeroSoul, equipo bogotano que le abrió las puertas desde el inicio.
Su formación como deportista inició en AeroPink (equipo Junior de AeroSoul), en donde Jenny cuenta que “perdíamos todo, éramos pelagatas de 15 años contra equipos con personas de 20-30 años”, pero a pesar de eso, aquel fue un proceso de aprendizaje que le sirvió para su crecimiento deportivo.
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En el año 2017, Jenny jugó su primer nacional y tras terminar en la segunda posición con su equipo, obtuvieron un cupo para el mundial de Cincinnati 2018. Poco a poco, el camino de Jenny como deportista empezaba a tomar más forma, pues se presentó para hacer parte de la Selección Colombia de Ultimate y quedó en el equipo Junior. Con la selección viajó a Canadá a disputar el mundial y tras una gran participación, terminaron en el segundo lugar por debajo de Estados Unidos.
Aquel tiempo en Canadá motivó a Jenny a irse de intercambio, y en el 2019 estuvo por siete meses en la costa de Vancouver; ahí, tuvo la oportunidad de jugar los nacionales de Canadá con Vortex, un equipo de Burnaby, con el cual quedó en la tercera posición del nacional.
“Jugar el nacional en Canadá me brindó cosas increíbles, fue aprender un juego completamente distinto. Aquí en Colombia tú no vas haces el mismo arroz que vas a hacer en Canadá, que vas a hacer en Japón o que haces en otra parte del mundo, vas a comer lo mismo pero toda su preparación es diferente. Lo mismo en el juego, las tácticas las estrategias, el funcionamiento era diferente. Eso me enseñó a ser una deportista interdisciplinar en mi propio deporte”
El 2020 tenía grandes competencias para Jenny en AeroSoul, pero debido a la pandemia, estas han tenido que esperar; sin embargo este ha sido un tiempo de preparación mental, sin dejar de un lado el trabajo físico, y ha servido para fortalecer los lazos del equipo y trazar nuevas metas.
El potencial del ultimate en Colombia es bastante grande, pues en muchas de las ciudades del país este deporte se ha venido consolidando, aun así, competitivamente solo se encuentra en las ciudades principales y es por esto por lo que uno de los grandes objetivos de Jenny Medina y AeroSoul, es promover el desarrollo de la categoría femenina en los diferentes municipios de Colombia, para que esta disciplina de disco volador sea reconocida en cada rincón del país.
Por Julián Pino Cruz
