NBA

El pasado 12 de marzo, la NBA decidió suspender todos los partidos de esa noche correspondientes al torneo 2019 – 2020, hasta próximo aviso, mientras definía que hacer ante la presencia de la covid-19; en una decisión calificada por el propietario de Mavs como “una locura; no puede ser verdad…, parece más bien sacado de una película…esto ya nada tiene que ver con el baloncesto o el dinero, cada uno piensa en su familia en momentos así”.

Hoy, después de una larga cuarentena los propietarios de las 30 franquicias, dan luz verde para reanudar la NBA en Orlando, en el complejo deportivo de DisneyWorld, a partir del 31 de julio con un formato novedoso de 22 equipos, 13 de la Conferencia Oeste y 9 del Este; arrancando pretemporada el 30 de junio para estar en Orlando el 7 de julio y disputar a puerta cerrada los partidos, previa discusión y aprobación de las normas de uso de bioseguridad para jugadores y miembros de las delegaciones.

 

La NBA que precisamente mañana, 6 de junio, cumple 76 años de ser creada, ha sido un torneo constante en los Estados Unidos reuniendo cada año millones de espectadores y copando grandes espacios en los medios de comunicación, no había tenido un receso obligado tan largo.

La suspensiones de la NBA

Al respecto, cabe recordar un primer contratiempo en 1995, año en que la NBA sufrió su primera suspensión debido a motivos económicos; una huelga impulsada por la expiración del CBA o acuerdo colectivo de negociación previo y, aunque no impactó en el desarrollo de la temporada regular, sí lo hizo en la Agencia Libre, en el mercado de traspasos y en la Summer League, eventos que fueron suspendidos. Una nueva huelga de unas horas afecto el torneo en 1996; pero una protesta masiva previa a la campaña 1998/99, la hizo acortar a 50 partidos y provocó la suspensión del All-Star Game por primera vez en la historia. Adicionalmente, en 2011, otra huelga hizo que la temporada se achicara a 66 juegos.

Aparte de las motivaciones económicas, la NBA debió suspender fechas por causas externas, como en 1963, ante el asesinato del presidente John F. Kennedy; en 1968 por la muerte del activista Martin Luther King; en 1989, protestas en las calles de Miami provocados por el asesinato de un vendedor afroamericano a manos de cinco oficiales de la Policía y además, por los atentados terroristas a las Torres Gemelas y el Pentágono del 11 de septiembre de 2001 que causaron la suspensión definitiva de cinco partidos de pretemporada que iban a ser jugados en Italia, Alemania y Japón. De igual forma, se suspendieron partidos por el atentado en la Maratón de Boston, en 1913, hasta llegar a la trágica muerte de Kobe Bryant, su hija Gianna y otras siete personas en un accidente de helicóptero que ocasionó la postergación del clásico de Los Ángeles entre Lakers y Clippers.

Las estadísticas volverán a aparecer con los juegos de la NBA, seguramente se estarán comparando las cifras que, día a día, se mueven en ese importante torneo que congrega deportistas de varias nacionalidades y a la vez mueve millones de dólares en cada partido.

El impacto de la NBA

Según NBA FORBES NBA, se reporta que es la liga que más crece dentro de los Estados Unidos; con 22 millones de espectadores que vieron en total toda la temporada 17/18 en estadios y un promedio de 17.978 espectadores por partido, que adquirieron el 95% de los tiquetes disponibles para ver a los 30 equipos que, en promedio, pagan 1.650 millones de dólares por una franquicia y que ganan entre todos 7.400 millones de dólares, después de pagar los 35.00 dólares que en promedio gana un profesional en la liga NBA.

Es de tal magnitud la importancia de la NBA en los Estados Unidos y en el mundo que tiene 27.6 millones de usuarios de Twitter y generó en el año 2018 más de 808 millones de piezas digitales en sus plataformas, además de permitir que 11 mil millones de videos fueran vistos por los fanáticos y tener un crecimiento del 14% en sus televidentes entre 18-34 años y 15% sus televidentes entre 18-49 años. Sin dejar de destacar que la NBA paga 24 mil millones de dólares por su contrato de 9 años con Turner/Disney que expira en 2023.

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Si a lo anterior se le suma la publicidad que produce cada deportista y la abstinencia que tiene el mundo en lo relacionado con la actividad deportiva, estamos frente a una decisión que, seguramente, traerá muchos momentos de distracción viendo la entrega de esos gigantes que, a través de la velocidad, la habilidad y la picardía, ayudarán a olvidarse de las penurias de la pandemia y otras circunstancias desagradables que ocurren en el planeta. Bienvenida NBA.

Por: Daniel Estupiñán