¿Hinchas o sediciosos?
El cubrimiento del fútbol en Colombia está dando un giro del periodismo especializado en deporte, al periodismo especializado en orden público. Debido a que hoy ya no se sabe cómo llamar al público si hinchas o sediciosos con camisetas de equipos.
Lo anterior lo digo por lo vivido en los disturbios entre seguidores de Santa Fe, América y Millonarios antes del encuentro de los dos primeros el 5 de noviembre. En la misma jornada, la invasión de cancha por barras bravas en el juego entre Llaneros y Quindío, en partido del torneo del ascenso; más los hechos del pasado mes de agosto en Manizales en el partido entre Once Caldas y Tolima.
En primer lugar, revisemos el significado de la RAE del adjetivo sedicioso. Lo que indica la Real Academia es: “Dicho de una persona: Que promueve una sedición o toma parte en ella” y sedición es: “Alzamiento colectivo y violento contra la autoridad, el orden público o la disciplina militar, sin llegar a la gravedad de la rebelión”.
Por otro lado, el significado de hincha es: “Partidario entusiasta de alguien o algo, especialmente de un equipo deportivo”. Según este significado, el adjetivo que mejor define a este grupo de personas es sediciosos. Son hombres y mujeres que visten la camiseta de un equipo y realizan un alzamiento colectivo contra el orden público.
El fútbol, y cualquier otro deporte, despiertan la pasión de seguidores y aficionados, pero el enfrentamiento se debe dar en el escenario deportivo, en el campo de juego y no en las tribunas, vías públicas o parques y la contienda es entre los deportistas, no entre los hinchas.
Cultura ciudadana, tolerancia, respeto y, lo más importante, el sano disfrute de un espectáculo deportivo son los principios con los que se debe asistir a este tipo de espectáculos. Las conductas violentas no pueden ser toleradas por las autoridades y mucho menos se puede exponer a la sociedad a los actos sediciosos de sectores determinados de seguidores.
Se deben promover más espacios como el que conocimos en el año 2015 de “Goles y territorios de paz” o redes como “gol y paz”. Definitivamente, el deporte debe ser un promotor de paz y no un promotor de violencia y los hinchas deben decidir si son hinchas o son sediciosos; pero ambos, no pueden seguir siendo.