Un fin de semana para el olvido en el fútbol latinoamericano
La violencia se tomó, de nuevo, los campos de fútbol en América Latina. México, Brasil y Uruguay, los epicentros del violento fin de semana que habría dejado al menos, según información de medios locales y diversos reporteros, 18 muertos y decenas de heridos y, que, además, volvió a meter el dedo en la llaga de una herida que nunca ha cerrado por completo.
El más grave de los hechos y sin restarle importancia y respeto a los demás, pues las imágenes que dejó le dieron la vuelta al mundo por lo impresionantes e inhumanas, fue el ocurrido el pasado sábado 5 de marzo, en el partido entre Querétaro y Atlas.
Miedo, caos y horror. El mundo del deporte se vio paralizado en medio de la novena fecha del fútbol mexicano; una batalla campal ente los hinchas del Querétaro y Atlas manchó con sangre lo que se suponía debía ser una fiesta llena de cánticos, goles y celebraciones.
En vez de ello, el Estadio Corredora se empañó de miedo, temor y zozobra por las agresiones entre las dos hinchadas de los clubes que no solo pasaron de las tribunas al campo, sino que parecían no cesar.
Las crudas imágenes evidencian una problemática que ha estado durante años presente, atisbando al fútbol latinoamericano. Familias corriendo; niños quitándose la camiseta porque su color es distinto a la del otro y temen, que, por eso, cobren sus vidas y potenciales homicidas vestidos de hinchas golpeando sin piedad y desnudando como sicarios a sus víctimas después de dejarlas inconscientes.
Sin embargo, el parte del gobernador del estado, Mauricio Kuri, asegura que la violencia que se desató fue una tragedia, pero no hay fallecidos; indicó que fueron hospitalizadas 26 personas, 24 hombres y dos mujeres.
“Es una tragedia porque, aunque no hay muertos, no podemos decir que no es una tragedia y no podemos permitir que se politice”, dijo el mandatario estatal.
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Brasil, semanas violentas
Cuando se creía que el mundo del fútbol estaría dispuesto a seguir con una jornada más tranquila tras lo sucedido en México, en la tarde del domingo, una pelea entre hinchas del Atlético Mineiro y del Cruzeiro dejó al menos un muerto y un herido de bala.
Según la Policía Militarizada del estado de Minas Gerais, cerca de 50 hinchas de los dos equipos se habrían citado, a través de redes sociales, para protagonizar una gresca horas antes del derbi entre los dos principales clubes de Belo Horizonte.
El fallecido es un aficionado al Cruzeiro de 25 años, quien fue tiroteado en el abdomen y cuyas heridas de gravedad le causaron la muerte después de ser ingresado al Hospital de Pronto Socorro Joao XXIII.
Además, un motociclista que transitaba por la zona, a la hora de la pelea, fue alcanzado por una bala, aunque sin riesgo de muerte, según señalaron las autoridades.
Sin embargo, la violencia ha sido incesante en las dos semanas recientes, en Brasil. Hace una semana, un grupo de aficionados del Paraná invadió la cancha de Vila Capanema, en Curitiba para agredir a los jugadores de su equipo; el pasado 24 de febrero dos jugadores del Bahía resultaron heridos después de que un artefacto explosivo fuera lanzado contra su autobús.
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Árbitros, amenazados en Uruguay
La quinta fecha del Torneo Apertura en Uruguay fue suspendida el pasado sábado tras las amenazas a los árbitros durante los partidos entre el Nacional vs. Torque y Peñarol vs. Danubio.
La Asociación Uruguaya de Árbitros de Fútbol (AUDAF) tomó la decisión, en una reunión con carácter de urgencia y por consenso, de paralizar indefinidamente sus actividades.
“AUDAF no admite ni admitirá ningún tipo de declaraciones, amenazas ni agresiones que involucren a nuestros asociados o nuestra actividad”, describen en el comunicado.
Por David Pacheco