Y si hacemos una micro carrera ascenso cada día
En pocas ocasiones he realizado lo que se podría llamar una carrera ascenso al cerro de Monserrate en la ciudad de Bogotá. En realidad, fueron alguno fines de semana durante la época de universidad cuando se intentaba hacer parte del equipo de baloncesto. Ya no recuerdo los tiempos, pero es inolvidable lo agotador que era la jornada para un aficionado que tan solo rompía sus propias marcas.
Hoy prefiero los medios mecánicos, funicular o teleférico, en una muy buena compañía y más para las fechas decembrinas que se avecinan, hermosos alumbrados y una maravillosa vista de la ciudad.
Pero si de disfrutar una buena vista se trata, no hay nada mejor que los edificios altos, estamos dentro de la ciudad, pero con una visión panorámica excelente. Ahora, no veo tan cerca la posibilidad de hacer una carrera ascenso para disfrutar de dicha vista.
Los deportista de carrera ascenso
En términos generales soy un admirador de todos los deportistas, su esfuerzo, dedicación y la educación física de su cuerpo me hace verlos como verdaderos súper héroes, o héroes de carne y hueso como es el nombre de la columna de Luis Fernando Trujillo.
Ahora, debo confesar que el asunto de las escaleras siempre me ha parecido un ejercicio realmente matador, pero es bien sabido de los beneficios de este ejercicio.
Por eso, debo expresar mi profunda admiración por Nicolás Carreño, ese mismo que ha sido tres veces campeón de la carrera ascenso Torre Colpatria y quien este domingo, 26 de noviembre, irá a China a participar de la Tower International Vertical Marathon, de Shanghái, en su primera edición.
Quiero destacar la disciplina de este bogotano que estará al otro lado del continente haciendo el cierre de su temporada de preparación para regresar a Colombia a, muy seguramente, retener su título en la carrera ascenso Torrre Colpatría que viviremos en la capital el próximo 8 de diciembre.
Carreño, segundo en el ranking mundial del World Cup Towerruning 2016 -2017, enfrentará el segundo rascacielos más alto del mundo y el edificio más alto de china, 119 pisos y pueden estar seguros que va a usar el ascensor. Así que la próxima vez que vayamos a un segundo piso y estemos esperando el ascensor, recordemos a Nicolás Carreño y dejemos la pereza, que sea una motivación para usar un poco más las escaleras.